El 16 de abril de 2018, en el Salón de actos de la Facultad de Filología (edificio D) de la Universidad Complutense de Madrid, sobre las 17 horas, tendrá lugar la presentación del libro de diálogos entre Pablo Iglesias y Javier Pérez Royo, cuyo título es Crisis constitucional e impulso constituyente. Editado por el Instituto 25M, vinculado a Podemos, pero con una extensa oferta de pensamiento y cultura, el presente libro “es un breve paseo por un largo camino de casi cuarenta años”.
“Durante este paseo, que se detiene en el presente, Iglesias y Pérez Royo conversan e intercambian impresiones, preocupaciones y propuestas acerca de ese largo camino que ha recorrido la sociedad española desde que comenzara a dejar atrás una de las peores dictaduras que padeció Europa en el siglo XX”. Comienzan el recorrido desde la Transición y la herencia que dejó la dictadura franquista en nuestro sistema para, a continuación, dialogar sobre algunas de las claves que, a su modo de ver, explican lo que sucede hoy en España. La crisis constitucional y política que se vive en nuestro país, según lo analizan los dos juristas, permite que el impulso constituyente del 15-M pueda proseguir y así abordar los retos que tiene nuestro país por delante, tal y como dice la editora Ana Domínguez.
Los diálogos que se recogen en este libro están basados en dos conversaciones que ambos autores mantuvieron a finales de 2017 en los encuentros Volver a mirarnos. Nuevos acuerdos para la España que somos (26 de noviembre, Córdoba) y Conectar España. Nuevos acuerdos para un impulso constituyente (6 de diciembre, Madrid).
Respecto a los vicios de la Constitución de 1978, nos cuenta Pablo Iglesias que “Incluso con buenas intenciones, a veces se concluye que este texto se ha quedado anticuado y que los problemas se solucionarían cambiando algunas partes. Pero no estamos hablando del texto constitucional, sino de un sistema político”. Un edificio apoyado en tres pilares que, 40 años después, ya no pueden disimular sus grietas: la restauración de una monarquía “que no dependió de la voluntad del pueblo español”; un sistema electoral injusto con un sesgo bipartidista y conservador; y la indefinición del diseño territorial del Estado”.
Es una crisis de régimen porque el Estado de las autonomías, “no definido en la Constitución pero posibilitado por ella, y construido a través de pactos políticos durante las décadas de los años ochenta y noventa del siglo pasado, supuso inicialmente un éxito enorme […]. Por desgracia, empezó a cuestionarse en los primeros años del siglo XXI”, apunta Pérez Royo. Una quiebra que espoleó el Tribunal Constitucional en 2010, tumbando el Estatut aprobado por el Parlament, las Cortes Generales y la ciudadanía en referéndum (2006), y consumó la aplicación del artículo 155. “No se puede gobernar Cataluña desde fuera de dicha comunidad, a menos que esté dispuesto a poner fin a la democracia en todo el Estado. Sin autogobierno de Cataluña, no hay democracia en España”.
A la crisis territorial se suma la ruptura del “contrato social” sobre el que se construyeron las democracias europeas tras la Segunda Guerra Mundial. Con la firma del Tratado de Maastricht (1992), el estallido de la crisis financiera (2008) y la reforma del artículo 135 de la Constitución (2011), “el Estado de bienestar saltó por los aires” y los derechos sociales recogidos en el texto constitucional (vivienda digna, trabajo, educación y sanidad) se convirtieron en papel mojado, apunta Iglesias.
En este escenario, los autores reflexionan sobre la necesidad de abrir “un debate de país” sobre varios retos democráticos: la reforma del sistema electoral para hacerlo más proporcional; la independencia de la justicia y la lucha contra la corrupción; el blindaje de los derechos sociales; y un nuevo modelo territorial que se adapte a la realidad diversa de nuestro país. “La tarea constitucional más importante con la que tiene que enfrentarse la sociedad española es la reforma de la Constitución”, apunta Pérez Royo, puesto que es “la única forma de renovar la legitimidad del sistema político y del ordenamiento jurídico de la democracia”.