Un contingente del Regimiento del Regimiento “Zaragoza” número 5 de Paracaidistas de la Tercera Bandera basada en el Acuartelamiento de “Santa Bárbara” se desplazará probablemente el próximo año 2018 al continente africano para colaborar en el entrenamiento de las Fuerzas Armadas Malienses, dentro del compromiso europeo de promover la seguridad en la zona del Sahel, de fomentar la cooperación en materia de seguridad entre los países de la región y de apoyar al Gobierno de Mali en su lucha contra la insurgencia.
En Mali, los paracaidistas murcianos volverán a coincidir con la Compañía del Regimiento Paracaidista de la Legión Extranjera francesa, tal como expresó el Coronel-Jefe del Regimiento “Zaragoza” Luis Sánchez-Tembleque Letamendía en el acto celebrado en “Santa Bárbara” con ocasión del nombramiento de paracaidista español a los militares franceses que han participado en el tradicional ejercicio “Galia I/17” que también conlleva la entrega del distintivo conocido como “rokiski”, que fue recibido por 85 soldados franceses liderados por el Comandante de Infantería Reynold Bellat, cuya base se encuentra en Córcega.
En su intervención, el Coronel Sánchez-Tembleque felicitó a los “paracas” galos al lograr “nuestro rokiski” señal inequívoca que pone de manifiesto “la interoperatividad de nuestras unidades” no sin antes recordar que desde la década de los años 60 ambas unidades han colaborado “continuada y estrechamente compartiendo esfuerzos, experiencia y camaradería”, dijo el jefe español.
El Coronel Sánchez-Tembleque señaló que en un período de tiempo “dejamos de intercambiar ejercicios” para a continuación expresar su alegría porque “estos se recuperaron hace poco años con el firme deseo de darles continuidad, dado el excelente resultado obtenido”, aseveró. En el mismo discurso, Sánchez-Tembleque aseguró que “nos sentiremos orgullosos de sus éxitos contra el yihadismo, nuestro enemigo común”.
Finalmente, el responsable de “Santa Bárbara” se felicitó por el resultado de “Galia I/17”, afirmando que “ha sido un hito importante para nuestra unidad ya que pudimos comprobar el nivel de instrucción y adiestramiento junto a uno de nuestros mejores aliados”.
Ejercicio conjunto
Durante más de diez días, los paracaidistas españoles y los 85 extranjeros participaron en un ejercicio dividido en dos fases. En la primera se llevaron a cabo intercambios de conocimiento de materiales y de técnicas y procedimientos de empleo de las unidades militares aliadas, sobre todo en “los específicos de inserción paracaidista y de equipos de salto”.
En dicha fase tuvo lugar una jornada de patrullas en la zona montañosa de Carrascoy. Allí, los paracaidistas de ambos países practicaron satisfactoriamente “procedimientos de estabilización y control de zona en un ambiente simulado de similares características a los de las zonas de operaciones exteriores actuales”, según señalan desde “Santa Bárbara”, todo ello con un objetivo final: que el componente galo se habituase al empleo de los paracaídas y procedimientos españoles y a las peculiaridades del terreno murciano.
La segunda parte, considerada como la principal del ejercicio, sirvió para poner en escena una zona en conflicto, mediante una inserción paracaidista conjunta, que cumplió estrictamente los objetivos recogidos en una orden de Operaciones dirigida a casi 500 militares de ambas nacionalidades, que realizaron lanzamientos nocturnos en modalidad apertura manual, que precedió al salto del grueso de la unidad franco-española de 360 miembros y cargas de acompañamiento desde un Hércules C-130 español y el T-10 americano. También fueron lanzadas cargas pesadas para suministrar víveres y equipo de refuerzo de las unidades previamente insertadas.