El Congreso votó el 13/9 un Decreto Ley para exhumar los restos de la momia de Franco venciendo a la reacción derechista de PP+C’s por 172 votos contra 164. El debate orquestado por los portavoces de la reacción burguesa tomó un carácter agrio con rasgos fascistoides y violentos mostrando un deplorable espectáculo que espero haya abierto los ojos al Gobierno y al pueblo. Las posiciones de Rivera y Casado fueron de negación a apoyar la exhumación del cadáver del Dictador. El ataque furibundo contra el Presidente mostró el verdadero rostro de esos dos elementos peligrosos, que entraron a saco con la acusación de plagio de la Tesis Doctoral que ha resultado una burda mentira calumniosa.
Un cierto sector del PSOE ha sido proclive hasta ahora al pacto con la derecha representada por C’s prefiriendo a esos elementos antes que buscar coincidencias con las izquierdas. Casado y Rivera, que aplican métodos repugnantes propios del neofascismo, representan un desprestigio para esta democracia contaminada de franquismo. Es conveniente que la dirección del PSOE y demás izquierdas nos enteremos que el nazi/fascismo rampante de Europa, aquí lo llevan tanto Casado como Rivera en sus venas. Esto debe hacer reflexionar sobre todo a las baronías y a la Presidenta de Andalucía, Susana Díaz, que se sintió cómoda con esos gaznápiros de C’s. Le deseo a nuestra Presidenta un mejor acierto en la próxima legislatura si necesita apoyos parlamentarios y prefiera esta vez a las izquierdas.
El debate habría que reconducirlo hacia las necesidades de la población y debatir en otra línea contra los provocadores, buscando las causas y cómo resolver los problemas de la ciudadanía. Para la clase trabajadora y los sectores marginados de la sociedad, los principales problemas son provocados por el modelo injusto capitalista donde crecen las contradicciones entre ricos y pobres.
Los problemas sociales, económicos, políticos y culturales a los que nos enfrentamos en esta sociedad capitalista, no tienen nada que ver con lo que se debate en las televisiones de propiedad burguesa, con temas trucados que no coinciden con las necesidades de la población. Más bien reflejan una disputa entre burocracias que repugna a la gente predisponiéndoles a despreciar la política.
Dicen que estamos saliendo de la crisis pero serán los ricos que nunca la padecieron, sino que la provocaron. El pueblo trabajador sigue sometido a un alto grado de explotación, opresión, malestar, bajos salarios, paro, escasez de viviendas, miseria material e intelectual, junto al creciente racismo, xenofobia, depredación del planeta, Cambio Climático y el repunte de los nazi/fascismos en todos los países de Europa, cuestiones imposibles de resolver en bases capitalistas.
Este modelo corrupto de neoliberalismo capitalista no puede dar respuestas justas a las masas porque es incapaz de resolver las dos contradicciones principales en el que se encuentra atascado, como es por una parte, el proceso de concentración creciente de las riquezas cada vez en menos manos y por otra, los conflictos por las fronteras nacionales, que alimentan guerras como Yemen, Libia y más de 40 actuales. Esa situación se ha convertido en un freno absoluto para desarrollar las fuerzas productivas.
La polarización de la riqueza provoca una creciente desigualdad y malestar entre la ciudadanía que nota en su quehacer diario que es falso que salimos de la recesión. Los problemas básicos reales están siendo ocultados o tergiversados con la colaboración de los potentes medios de comunicación burgueses, principalmente las Televisiones privadas y la prensa reaccionaria que en realidad se comportan como un semi-monopolio, decidiendo qué es y qué no es noticia, olvidando cuales son los problemas reales y censurando u ocultando las teorías y los debates que cuestionan el modelo liberal actualmente globalizado que camina hacia una recaída de la recesión con el incremento de las tensiones bélicas que no terminan nunca.
De diversas formas, la inmensa mayoría de las fuerzas parlamentarias se encuentran atrapadas en la lógica del beneficio privado capitalista, a través del liberalismo y del reformismo sin reformas cuyo margen es tan estrecho que es imposible desarrollar medidas suficientes para conseguir una salida de la crisis que contemplen un plan a largo plazo.
La única fuerza que podrá llevar a cabo esta tarea será la clase trabajadora organizada y unida. Para ello es preciso convencer y ganar a la mayoría de asalariados, autónomos, juventud y clase media empobrecida, de la necesidad del cambio socialista y aplicar un método democrático y pacífico pero firme en la acción para avanzar. Solo por medio del parlamentarismo burgués, sin que intervenga el apoyo de la acción social de la lucha de masas no podremos recuperar lo perdido.
Cualquier conquista que la clase trabajadora pretenda arrancar al gobierno, sea del signo que sea, bajo el modelo actual, con el freno absoluto a inversiones representado por el FMI, BM y BCE, tendrá que ser a base de amplias y potentes luchas del movimiento obrero organizado y unido, e incluso prolongadas en el tiempo, hasta vencer la resistencia de esos organismos que representan los intereses del imperialismo, incluso si en las próximas elecciones generales consiguiésemos un fuerte gobierno de los trabajadores con un entendimiento del PSOE, Unidos Podemos y otras fuerzas políticas, sociales y sindicales.
Por lo tanto, reconociendo esas dificultades, tenemos que ser audaces haciendo propuestas programáticas por las que tendremos que luchar. Nuestra corriente Izquierda Socialista la llama reivindicaciones transicionales para un “Programa Mínimo Socialista”, emanadas del debate de la última Asamblea de Andalucía, que resumiendo todo lo posible son:
“Nos comprometemos a defender medidas socialistas claras que favorezcan a la clase trabajadora a la que históricamente se debe el socialismo. El objetivo tiene que ser luchar por un gobierno de los trabajadores que debe romper con las políticas liberales que aplica la burguesía a través de sus partidos de Derechas y pasar a defender medidas contundentes y firmes favorables a los trabajadores. Con esta nueva línea y luchando por el pleno empleo diciendo no a los despidos y aplicando medidas de fomento y planificación de la economía social, las mejoras sociales serán alcanzables.
“El nuevo Gobierno de izquierdas tiene que ofrecer el compromiso de defender claramente el Derecho para todos los mayores de 16 años a unos estudios gratuitos, o un puesto de trabajo, o en su defecto una renta básica de supervivencia garantizada por el Estado. Para los que carezcan de ingresos, el Estado le garantizará unos ingresos mínimos del 80 % del Salario Mínimo Interprofesional que se fijará en 1.000 euros mensuales. Es preciso plantear decididamente la reforma de la jornada laboral y legislar de inmediato, para implantar la jornada de trabajo de 35 horas semanales por Ley, sin pérdida salarial.
“La jubilación voluntaria será a los 60 años con contrato de relevo y el 100 % del salario, para empezar a redistribuir el trabajo. Derogación de la Reforma Laboral del PP, del Art.135 de la Constitución, de la LOMCE, de la Ley Mordaza, del Art.315.3 del Código Penal y demás legislación reaccionaria. Defensa de lo Público: Sanidad, Educación, Dependencia y Pensiones garantizadas. No a las privatizaciones; Plan de inversión y renovación tecnológica y demás medidas que se desarrollarán más adelante, planteándose su financiación con recursos públicos adecuados y suficientes.
“Con estas medidas se daría paso a la juventud y se distribuiría el trabajo como un bien escaso, garantizando una mejor calidad en la atención pública incrementando las dotaciones presupuestarias para acabar con el deterioro de los servicios. En lo referente al proceso de privatizaciones el Gobierno de Izquierdas se debe comprometer a revertirlo radicalmente, renacionalizando las empresas que se han expoliado y privatizado y han sido entregadas al capital privado.
“A su vez se potenciarán los sectores claves de la economía, mediante un plan centralizado de nacionalización democrática en una Banca Pública, los monopolios y los latifundios, con indemnización en caso de necesidad comprobada, para poner la economía bajo el control democrática de la población, avanzando hacia la autogestión y la economía social y cooperativa, con una lucha radical y abierta contra la corrupción y los despilfarros.
“La lucha contra los privilegios y la burocratización pasa asimismo por implantar un salario máximo para que ningún funcionario del Estado, ni político, ni sindical, sobrepase cuatro veces el salario mínimo, la vez que se estudiará una reforma fiscal que incremente equitativamente los impuestos sobre las grandes fortunas, de forma progresiva, hasta equilibrar el Presupuesto Estatal.
“Para la mejora y la defensa de la enseñanza pública, que deberá ser laica, científica y gratuita, planteamos un incremento presupuestario hasta alcanzar el 7 % del P.I.B. en las inversiones dedicadas a la educación, para fomentar una enseñanza moderna y de calidad, con dotaciones adecuadas en el aspecto humano y material.
“Con los grupos ecologistas y los movimientos sociales en general, acometeremos acciones políticas urgentes en defensa del Medio Ambiente, porque solamente aplicando un control social de la propiedad del suelo y de las industrias pesadas y contaminantes, como las petroquímicas, las energéticas, el transporte y otras, podrán sentarse las bases para un planeamiento eficaz que conserve armónicamente el medio ambiente con medidas ecológicas complementarias redactadas mediante un debate entre grupos ecologistas, movimientos de defensa de la naturaleza, sindicatos agrarios, etc.
“Prioritario y urgente es continuar y acrecentar la lucha por la igualdad y la eliminación de toda forma de discriminación, practicándose la afirmación de que a igual trabajo corresponda igual salario entre mujer y varón y sobre todo, luchar contra la violencia de género con todo el apoyo Estatal tanto en atención humana como con los medios necesarios para ayudar a las familias que lo precisen. Incremento de las inversiones para el cuidado de la infancia, que cubra a las familias necesitadas sin discriminación.
“Modificar la aplicación del Derecho de Asilo y la protección a la migración, con la más amplia aplicación de los Derechos Humanos, para que se tomen las medidas adecuadas y democráticas en interés de la persona.
“Condenamos las guerras y el terrorismo, tanto individual como de Estado. Defendemos el Derecho de los pueblos a la legítima autodeterminación por métodos pacíficos pero decimos no a los sectarismos separatistas, planteando como alternativa la unión voluntaria de todos los pueblos del estado en una Federación Socialista de Nacionalidades y pueblos, mediante la práctica del derecho a decidir, que será ejercido mediante referéndum, previa reforma Constitucional, pero a través de nuestro Partido, como socialista e internacionalista, debemos defender la unidad de los trabajadores por encima de las fronteras nacionales.
“Consideramos necesaria la denuncia y derogación del Concordato con la Santa Sede, que acabe con los privilegios de la Iglesia Católica, promoviendo una legislación que profundice en la separación real Iglesia-Estado””.
Los párrafos entrecomillados son reflejo textual, aunque parcial, de los acuerdos adoptados por Izquierda Socialista de Andalucía, cuyo objetivo es iniciar la construcción de una nueva sociedad socialista. Quizás pueden parecer ambiciosos a algunas personas, por eso tenemos que entender que precisamos marchar unidos en la acción. La clase trabajadora representa la abrumadora mayoritaria. Es nuestra tarea ganar su confianza para realizar de forma conjunta el avance social. Esta es una legítima aspiración histórica del movimiento socialista. Muchos otros luchadores por cambiar la sociedad nos han precedido, dejándonos un valioso legado histórico de sacrificios y batallas por lo que NO debemos permitir que la burguesía dominante nos arrebate y desprecie la Memoria Histórica y nos impida continuar la lucha por la Democracia, la República y el Socialismo.