De forma sorpresiva el profesor de la Universidad de Granada, José Antonio Pérez Tapias, ha decidido abandonar el PSOE por discrepancias con la actual Ejecutiva. A la cual, por cierto, él ayudó a llegar al poder del partido. Así lo ha comunicado en las redes sociales (Facebook) a aquellos y aquellas a quien pudiese interesar. “He escrito al compañero Pedro Sánchez, además de para felicitarle el recién estrenado 2018, deseándole los éxitos en su gestión que serán éxitos del Partido -y, a su través, los frutos que tantos esperan de la acción política del PSOE-, también para comunicarle mi decisión, largo tiempo pensada, de pedir la baja en el Partido” comienza escribiendo.
Según explica en el segundo párrafo, las desavenencias ideológicas podrían estar detrás de esta renuncia: “Tras 25 años de militancia activa, es momento para ello dada la heterodoxia de los planteamientos políticos que sostengo y que son públicamente conocidos, entre otros los relativos al conflicto de Catalunya y a la crisis del Estado. Por defender los mismos no quiero dar lugar a malentendidos ni en el seno del Partido ni de cara a la opinión pública”.
Por estas razones, y es de suponer que otras también contundentes para él, deja el PSOE, eso sí, sin dejar de advertir que luchará por el socialismo desde fuera y por la pluralidad de la izquierda: “Desde fuera del PSOE seguiré trabajando por un proyecto socialista que de manera creíble e innovadora se inserte en la pluralidad de la izquierda para lograr presentar las alternativas a la derecha que urgentemente necesitamos en España”. Ha dado las gracias a compañeras y compañeros por estos años en los que fue diputado, candidato a la secretaría general del PSOE por Izquierda Socialista y miembro del Comité Federal.
Pero deja este escrito un halo de duda sobre la actual Ejecutiva a la que, paradójicamente, desea el éxito futuro. Se debe analizar el escrito público porque deja rastros curiosos de esa tan meditada marcha del PSOE.
Los motivos.
La primera contradicción viene por expresar que esta decisión ha sido largamente meditada. ¿Cuánto supone en términos temporales ese “largo tiempo pensada”? Porque dependiendo de la respuesta a los heridos militantes socialistas se les puede clarificar el problema. Porque sí, hay muchos y muchas militantes que les ha sentado mal esa marcha así, casi dando un portazo. Si es anterior a su apoyo a Pedro Sánchez para la vuelta a la secretaría general, con medidas programáticas de su propia cosecha, y su aceptación de ser miembro del Comité Federal, supondría haber engañado a muchas personas. Ahora bien, si es posterior y a causa de lo que ha venido sucediendo en España últimamente, el pensamiento no es tan largo y él ha tenido oportunidad de incidir en las posibles “malas” decisiones del PSOE.
Pero lo que genera más dudas y abre el melón de las críticas a Sánchez y su equipo es lo que expresa en el segundo párrafo. En primer lugar Pérez Tapias expresa que su pensamiento es heterodoxo, se supone que respecto al PSOE, porque en sí sigue una ortodoxia muy clara, muy vinculada al multiculturalismo, muy contraria a la idea de España como Estado-nación, muy cercana a lo defendido en otros lares. Porque respecto a otros temas la heterodoxia no ha sido tan grande, es más, él ha sido partícipe en el proyecto socialista actual.
Y en segundo lugar, hace ver que esa heterodoxia se debe, principalmente porque no dice más, respecto al tema catalán y la crisis del Estado. Sí, en ese sentido es más que heterodoxo, es belicoso en defender su propio pensamiento respecto a la estructura estatal. Así ha quedado recogido en numerosos artículos y libros. Cuestión bien distinta es que tenga razón y sólo quepa esa solución que él ofrece. Una solución que es mejor vista en Podemos, por ejemplo, que en el propio PSOE. Un partido donde confluyen diversas corrientes respecto a la visión del Estado y el hecho nacional. Desde jacobinos hasta regionalistas, pasando por algún que otro falangista camuflado. Pero es curioso que el PSOE haya aceptado su visión de la España plurinacional y federal y él decida irse.
No al 155, no a Tabarnia, no y no ha sido lo que ha expresado Pérez Tapias a todo lo que salía del PSOE y del PSC. Por suerte no lo hacía para dar la razón a Susana Díaz, pero sí a los propios secesionistas que no seguían lo que él mismo ha defendido a capa y espada, un referéndum legal y con garantías. En este sentido es lógica su marcha, pero muchos y muchas también entienden las contingencias a las que ha tenido que hacer frente Sánchez y su equipo, pese a no compartirlas completamente. Es más, desde estas mismas páginas se ha criticado el modelo del profesor de Filosofía de la UGR desde posiciones de izquierdas tan legítimas y válidas, o no, como las suyas.
Hay vida socialista más allá del PSOE.
Pero posiblemente lo que más daño pueda hacer, porque lo catalán es contingente, es hablar de construir el socialismo “de manera creíble e innovadora” fuera del PSOE. No es que no se pueda ser socialista fuera del PSOE, claro que es posible y aceptable, pero bien sabe que afirmar algo así hace daño al propio partido al que desea lo mejor en el futuro. Más que nada porque o bien se marcha para fundar otro partido de carácter socialista, o bien para acabar en Podemos o Izquierda Unida o algún tipo de confluencia de nombres para optar a cargos. Suena a eso porque no lo ha explicado bien. O no ha querido adelantar acontecimientos. Pero daño dentro del PSOE hace y mucho.
Da a entender que existe una gran disensión dentro de la Ejecutiva de Sánchez respecto a estos temas. Es cierto que broncas ha habido dentro del PSOE por estos y otros temas, pero no han llegado más allá del calentón y el debate normal de un partido. Tensión por haberse encontrado con un partido en cambio y una situación crucial a nivel exterior. Pero también convencimiento de que hay que seguir avanzando en la senda de la izquierda tal y como es comprendida por sus integrantes, que no dejan de ser polifónicos.
Al afirmar, empero, que va a trabajar por un proyecto creíble e innovador está afirmando que en el PSOE ni el proyecto, del que él ha formado parte, es creíble, ni hay innovación. Al no explicar en qué basa la credibilidad y la innovación queda esa crítica durísima a lo que pasa hoy en día dentro del PSOE. Si existe algún proyecto creíble al 100% en política que lo muestren, porque ni los conservadores dejan ver todo lo que opinan en su apoyo al sistema. Es una utopía pensar que alguien tiene el 100% de la razón o la verdad, lo que no empece para tener mucha verdad en lo que se dice.
Y sobre la innovación ¿qué decir? Palabra mágica muy utilizada en los medios del orden capitalista empresarial. Innovación que es de suponer que será algo relacionado con las redes sociales, porque con la “verdadera democracia” no se ha visto en sus escritos. Ni el republicanismo que defiende es tan nuevo, aunque sea apetecible a lo que existe hoy en día. Ni el gradualismo contra el capitalismo lo es. Por tanto, afirmando algo más innovador niega la capacidad a los que quedan en la Ejecutiva del PSOE, y algunos han sido compadres suyos en Izquierda Socialista, de tener esa capacidad.
Es una pérdida que duele y mucho a gran parte de la militancia pero sin más explicaciones hace daño y mucho al PSOE. Deja a Sánchez como un hombre del establishment. ¿Para justificar su paso a otra formación? A saber, puede que sí, puede que no. Porque, al fin y al cabo, evitó enfrentarse a Díaz en Andalucía por cuestiones personales. Igual sólo quiere pensar y dedicarse a escribir con tranquilidad. Pero explicar un poco más las cosas genera desorientación en la militancia que le tenía como un icono, no se sabe bien por qué, y da munición a los que quieren destruir al PSOE, desde fuera y desde dentro.