El diputado regional de Podemos en el Congreso de Diputados, Javier Sánchez Serna, ha afirmado que la propuesta presentada por el Partido Popular y aprobada ayer para convertir el faro de Cabo de Palos en hotel y restaurante “pretende que un bien de interés cultural y que forma parte del patrimonio histórico de la Región se convierta en un negocio privado de hostelería, para uso y disfrute de un turismo de élite y que supondría cortar el acceso de la gran mayoría de la población a uno de los edificios más emblemáticos de nuestra costa”.
Las consecuencias negativas, ha dicho el diputado de Podemos en el Congreso, son “claras y evidentes. La concesión de la explotación del Faro de Cabo Palos a una empresa privada hotelera restringiría el libre acceso de la ciudadanía a las inmediaciones y el entorno del propio faro y sólo podrían disfrutarlas un puñado de personas con alto nivel adquisitivo, y no los miles de visitantes que anualmente pasan por allí”.
Sánchez Serna acusa además al PP de haber presentado esta iniciativa “sin ninguna consulta previa, ni con los trabajadores, ni con los representantes sindicales, ni con los vecinos de la zona”.
Los más perjudicados, ha añadido, son los cuatro fareros que viven con sus familias en este edificio del siglo XIX cuyo trabajo consiste en “ocuparse de todos los faros de la Comunidad Autónoma, desde el del Estacio en la Manga hasta el de Águilas, incluyendo los del puerto de Cartagena, pues desde este Faro, el Faro de Cabo de Palos, se organiza el servicio de atención de todas las señales marítimas de la red litoral de la región de Murcia”.
La iniciativa del PP, ha subrayado Sánchez Serna, “no está motivada por ninguna causa relacionada con el desempeño del trabajo de los fareros, ni siquiera responde a cuestiones organizativas dentro de la administración de la que éstos dependen; todo lo contrario, tiene por finalidad lo mismo de siempre: el beneficio de unos pocos empresarios del sector privado de la hostelería”.
Por ello, Podemos ha votado en contra ya que “frente a la política de la improvisación y el pelotazo, el Faro de cabo de Palos debe seguir siendo parte del patrimonio histórico y cultural del municipio de Cartagena y de todos sus vecinos y vecinas. Tan grave es privatizar un Bien de Interés Cultural como que dicho negocio se intente realizar a costa de los propios trabajadores y sus familias, unos profesionales de carrera que desde hace mucho tiempo llevan desempeñando perfectamente su función, algunos de ellos desde hace más de treinta años”.
Por último Javier Sánchez Serna ha querido destacar que tanto el Comité de Empresa de la Autoridad Portuaria como los representantes de las Asociaciones de Vecinos de La Manga y Cabo de Palos apoyan la estancia de los fareros en el Faro “entienden que su función es totalmente necesaria y beneficiosa para el interés general, y consideran tanto al edificio como a sus trabajadores como parte del patrimonio histórico y cultural del municipio”.
CTSSP critica a Ciudadanos
Desde la Corporación municipal el grupo Cartagena Sí Se Puede (CTSSP) ha optado por centrar sus acusaciones sobre Ciudadanos, el partido que ayer tarde apoyó la propuesta del PP para convertir el faro en un complejo hotelero “cuando en abril de este año se opuso con vehemencia en Cartagena. Con los votos de PP y C’s -señalan- se ha aprobado la mayor aberración turística de nuestra zona”.
El grupo municipal ha recordado que el PP “gobierna para una minoría y que por eso pretende transformar el patrimonio de todos en un negocio de hostelería para unos pocos, prohibiendo que miles de turistas disfruten del edificio como lo vienen haciendo hasta ahora”.
“Es grave -finaliza la concejal de la formación, Pilar Marcos- privatizar un Bien de Interés Cultural y peor aún es que este negocio se intente realizar a costa de los propios trabajadores y sus familias. Pero lo que resulta incomprensible es que Ciudadanos no oponga resistencia a tamaña injusticia, máxime cuando sus concejales en Cartagena han aprobado una moción de nuestro grupo que resistía tajantemente a este despropósito”.
