Podemos no aguanta más las “constantes mentiras” que vienen difundiendo Eduardo Inda (director de OKDiario) y Enrique Riobóo (director de Canal 33). La gota que ha colmado el vaso ha sido ha sido la comparecencia de los dos periodistas en la Comisión de Investigación sobre la Financiación de los Partidos Políticos. Una comisión que nació con polémica pues ha sido impulsada por el PP, con el apoyo del PDeCAT (¡quién lo iba a decir!) y que, a entender de los grupos de la oposición, tan sólo pretende utilizar como tapadera mediática de sus propios delitos financieros. Ander Gil, portavoz socialista fue claro: “No vamos a colaborar a desprestigiar esta Cámara para tapar el problema de corrupción del PP”.
Ante lo que consideran un ataque gratuito y falaz, Podemos ha decidido querellarse por las falsas acusaciones dirigidas contra la formación en el transcurso de la sesión de la Comisión de Financiación Ilegal de Partidos celebrada ayer en el Senado, por lo que su testimonio puede constituir un delito de Falso Testimonio del art. 502.3 del Código Penal. Los señalados Inda y Riobóo se acogieron a causas que ya han sido archivadas por los tribunales, entre ellos el Tribunal de Cuentas para las elecciones Europeas y Generales de Diciembre de 2015.
En concreto, Inda habría recurrido a algunos de los documentos que, según las conclusiones emanadas por la Comisión de Investigación sobre la Financiación Ilegal del Partido Popular que se desarrolla en el Congreso de los Diputados, realizó una brigada policial específicamente creada para obstaculizar la investigación de los escándalos de corrupción del PP y obstaculizar a adversarios políticos.
Según las conclusiones referidas, la brigada del ex-ministro Fernández, de la que era responsable el comisario Eugenio Pino, trabajaba en estrecha colaboración con periodistas como Inda y con algunos medios de comunicación, cuyo objeto no era otro sino dañar la imagen pública de Pablo Iglesias. Documentos como el Informe Pisa y el documento del Europacific Bank mostrado ayer por Inda en el Senado son algunos de los ejemplos de esas prácticas de construcción criminal de pruebas.
Desde Podemos afirman que “con estas maniobras, el Partido Popular, considerado por los jueces como organización criminal, con más de 800 imputados, entre los que hay doce ex-ministros, y con la confirmación de que el Presidente del Gobierno cobró de la caja B del Partido Popular, continúa utilizando las instituciones para su beneficio, empleando en el Senado la mayoría absoluta que no tiene en el Congreso para disimular los trabajos de la comisión que investiga en la cámara baja su financiación irregular”.
Paradojas de financiación irregular
Supone esta tapadera mediática un caso paradójico pues, mientras se acusa a Podemos de recibir dinero de Venezuela e Irán, se intenta ocultar que los informes policiales señalan al presidente del Gobierno de haber cobrado sobresueldos, así como diversos ministros y altos cargos del Partido Popular. Se oculta el dinero que se está encontrando en Colombia y la forma de financiación escalada del PP mediante las tramas Gürtel, Púnica y Lezo.
Y a todo esto aparece Pablo Casado, quien recibió más de 40.000 euros en comisiones de la dictadura Libia de Muhammad El Gadafi por vía de los negocios privados de José María Aznar, para afirmar que es poco ético el dinero recibido por Iglesias, Monedero y otro miembros de Podemos. Dinero, en todo caso, anterior a su entrada en política y que ha sido legalmente acreditado como ingresos frente a Hacienda.
La utilización de la memoria ética para hacer responsables de algo que no tiene nada que ver con su labor actual, ambas legales y legítimas, es una permanente del PP y de cierto tipo de periodismo que Eduardo Inda ejemplifica perfectamente. Cuando quienes realmente han utilizado las instituciones públicas y el dinero de la ciudadanía española para financiarse ha sido el PP.
Y si hay que remontarse al pasado, habría que llamar a Emilio Botín (complicado por su fallecimiento) o al narco Oubiña que pusieron el dinero que necesitaban los “Siete Magníficos del Franquismo” para fundar AP. O a Henry Kissinger por el dinero que entregó la CIA a numerosos partidos españoles a través de fundaciones alemanas (PSOE, AP, UCD, CiU). O a Leonidas Brézhnev por el dinero que llegó al PCE.