Pretender dar carácter de normalidad al interrogatorio, como testigo, del Presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, ante la Audiencia Nacional, como quieren hacer desde el PP, es un insulto a la inteligencia de los españoles y no querer entender lo que está pasando en la sociedad española.
El Presidente del Gobierno de España no va de visita a la Audiencia Nacional, lo hace obligado para declarar como testigo ante las corruptelas del PP, del que es Presidente y en el que ha sido todo. Y esto, es la primera vez que ocurre. Sí, es la primera vez que un Presidente del Gobierno de España se ve en esa tesitura. Por tanto, de normal no tiene nada, ni su presencia en la Audiencia Nacional ni los hechos que allí se están juzgando.
En el PP, han mentido mucho sobre su financiación, sobre el caso Gürtel y sobre sus corruptelas. Y ante tantas mentiras con sobre, los españoles, no son un caballo sin memoria, como en el bello poema de León Felipe.
Se acuerdan de aquella solemne declaración de Rajoy, rodeado de los suyos. Bueno, de los suyos no, del Comité Ejecutivo Nacional del PP, donde dejó para la historia la famosa frase: “el caso Gürtel es una causa general contra el PP”. O aquella, de febrero de 2009, cuando dijo que «Esto no es una trama del PP como algunos pretenden. Esto es una trama contra el PP, que es una cosa muy distinta».
Como chirría hoy la hemeroteca, cuando hay cientos de causas y numerosos dirigentes del PP han pasado por la cárcel.
Se acuerdan del 1 de agosto de 2013,cuando a regañadientes Rajoy tuvo que ir al Congreso de los Diputados para explicar el dopaje electoral del PP. Se acuerdan de Barcenas. Se acuerdan de la cárcel de Estremera y de Granados. Se acuerdan de la dimisión de Esperanza Aguirre. Se acuerdan de que el anterior Presidente del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, está en la cárcel. Se acuerdan, se acuerdan, se acuerdan. Y su indignación va en aumento.
Hasta el punto que hoy, los españoles son los europeos que más desconfían de sus políticos. Llegando a niveles tan alarmantes como que un diecisiete por ciento no tiene ninguna confianza, es decir, se auto-ubican entre cero y uno en una escala que va de 0 ninguna confianza hasta 10 plena confianza.
Los españoles nos acordamos y nos avergonzamos de tanta corrupción y de tanta mentira. Por eso, es importante que Rajoy diga todo lo que sabe en la Audiencia Nacional. Por España, que es el país del que es Presidente del Gobierno, y por el mismo y su partido político. Tiene que aclarar cómo, cuándo, porqué y quienes han participado y se han favorecido de esta estafa democrática, que además supone un tsunami de corrupción.
Aunque hay que esperar a escuchar lo que dice, los precedentes no son halagüeños. El PP no ha rectificado, y continúa con su estrategia del avestruz, y con su utilización del calendario para minimizar la repercusión del interrogatorio a Rajoy. Otra maniobra más, con la del uno de agosto de 2013 en el Congreso. Otro intento burdo más con el objetivo de minimizar la atención de la sociedad española.
No dándose cuenta que los españoles tienen muy claro lo que ha sucedido en el PP durante décadas. Aunque tengan que ser los jueces los encargados de impartir justicia, si es que lo hacen.