Los dirigentes autonómicos venían quejándose desde hace semanas por las noticias que el ministerio de Hacienda iba dejando caer. La disputa por el techo de gasto iba a marcar, dentro del PSOE, o bien un distanciamiento, o bien una reagrupación de intereses políticos. Se ha producido lo segundo en beneficio de la ciudadanía española. Ya había advertido Susana Díaz que los 450 millones de recortes que le pedían a Andalucía se iban a pelear. Y más tras conocer que en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera les dijeron desde el ministerio de Hacienda que eso eran lentejas.
Díaz lo dejó claro: “No vamos a permitir que este atropello se sienta en la sanidad, en la educación y en la dependencia, si la recuperación no la siente la gente, si hoy los ciudadanos tienen empleos donde trabajan más y cobran menos y además se pretende recortar 450 millones para nuestros hospitales, nuestros centros de salud, nuestra educación y nuestra dependencia, ¿de qué recuperación están hablando Rajoy y Montoro?”. Ahora el PSOE a nivel estatal ha respondido, aunque cuatro días más tarde, con contundencia a las pretensiones del gobierno conservador.
José Luis Ábalos, secretario de Organización, ha sido claro al manifestar que el PSOE piensa votar en el pleno del Parlamento contra el techo de gasto que pretende fijar el gobierno popular. Para Ábalos lo que pretenden populares y naranjas es seguir por la senda de los recortes en prestaciones sociales y “profundizar en una sociedad más desigual, reduciendo la concepción del Estado Social a lo mínimo”. Nada que ver con el modelo social europeo que, incluso en países con gobiernos conservadores, existe.
Guillermo Fernández Vara, que acompaña al dirigente socialista en la rueda de prensa, también ha criticado las pretensiones del gobierno central. Respetando la Ley de Estabilidad presupuestaria, pero no a cualquier precio, el presidente extremeño ha manifestado que “hay una decisión evidente, que es hacer recaer sobre los presupuestos de las CCAA la gran parte de la responsabilidad del déficit en España”, mientras que a la vez “se está adelgazando el sistema social del que nos dotamos”. En esta idea también redundó Ábalos, quien cree que se trata de una estrategia del gobierno de penalización de las Comunidades Autónomas que, al fin y al cabo, son las que soportan el gasto social de verdad.
Entienden desde el PSOE que las estrategia de destrucción de lo social y lo público, que sigue el gobierno, lo logran “recortando gasto social, es decir, recortando prestaciones por desempleo, educación, vivienda, salud y también recortando en inversión en capital productivo, es decir, en innovación, investigación o educación”. Manuel Escudero, secretario de Economía del PSOE, denunció que el gobierno persiste en “ajustar vía gasto” sin plantear una fórmula de los ingresos. Todo ello provoca un “país desintegrado” en opinión del economista socialdemócrata.
Desde Ciudadanos, como vienen haciendo con notoriedad y seguidismo del PP en las últimas fechas, su portavoz José Manuel Villegas ha instado a los socialistas a aprobar el techo de gasto porque “les debería interesar”. Y todo ello porque la reducción del déficit, según el diputado naranja, “no parece mala”. Eso sí ha criticado que el PSOE acabe votando con Podemos. Demuestra así Villegas, y todo Ciudadanos, que son los presidentes regionales del PSOE los que llevan semanas quejándose de esa reducción del déficit que se deriva a Comunidades y Ayuntamientos, mientras sigue creciendo a nivel estatal, donde ellos apoyan al gobierno.
Ábalos no ha querido dejar pasar la oportunidad de contestar a Ciudadanos. El secretario de Organización cree que la formación naranja vive en una ensoñación sobre bajar los impuestos del IRPF. En verdad, ha manifestado el socialista, “el problema lo tenemos en los gastos, por tanto la posición de Ciudadanos no sabemos a qué lleva. Queda muy bonito bajar impuestos, pero la pregunta que hay que hacer a Ciudadanos es cómo piensa pagar las pensiones de este país o si el nivel de protección por desempleo es el adecuado”.