Carles Puigdemont, es el 130 President de la Generalitat de Catalunya, ha pasado en un tiempo record, del casi el anonimato a ser uno de los personajes más nombrados en el mundo. En este último periodo ha recibido toda clase de improperios e insultos, pero curiosamente nadie entra a descalificar su coherencia.
El President no forma parte de lo que se denominó “el oasis catalán” que durante muchos años movió los hilos socioeconómicos de Catalunya y su relación con el gobierno Español, Carles Puigdemont, es hijo y nieto de pasteleros de Amer, un pueblo de la provincia de Girona. Creció aprendiendo la importancia de los ingredientes y el tiempo para moldear los “capricis”, la especialidad de la Pastelería Puigdemont y curiosamente el manejo de estas habilidades del obrador son las que tanto ha utilizado en la política y a través de ellas se ha hecho su propia marca política.
“El Puigdi” como cariñosamente se le conoce es el resultado de la nueva Catalunya, en la que el esfuerzo y el trabajo son valores esenciales para sobrevivir y más allá de discrepancias partidarias su figura se ha convertido en el garante para defender y mantener esa identidad tan preciada y valorada por el pueblo catalán para dibujar su presente y futuro. Afines y contrarios reconocen en el a una persona «con la que se puede hablar», honesta y firme en sus convicciones
En la persona de Carles Puigdemont, una parte importante de Catalunya ha depositado mucha confianza, por esas cualidades que se aprecian en él y que son tan escasas en la clase política como son la transparencia y la proximidad. Es un gran reto para el Govern no defraudar en la respuesta que se va a dar ante el requerimiento de Mariano Rajoy esta próxima semana. La situación de shock en la que vive la sociedad catalana desde este mes de agosto ha ido “in crescendo “pasando por el momento álgido del 1 de octubre cuyas consecuencias duraran muchos años.
El gobierno español no esperaba la reacción generalizada, dentro y fuera de España, denunciando la salvaje represión policial ordenada por el ejecutivo para evitar un referéndum que ellos mismos decían que se había suspendido y no tenía valor. Muy al contrario, su actuación ha dado la validez que algunos todavía dudaban que tuviera a la votación popular, además de haber dejado al descubierto el verdadero carácter de la relación que se quería establecer.
Carles Puigdemont ha pedido a Catalunya en varias ocasiones “máxima serenidad y firmeza” para sacar adelante los resultados del 1-O , cuestión nada fácil en un escenario social donde los medios de comunicación y todos los actores se han dedicado a manipular todas las palabras y acontecimientos
El president, Carles Puigdemont, ha hablado sobre la relación entre ley y legitimidad en la ofrenda floral en la tumba del president Lluís Companys. «Lo asesinaron en nombre del orden y la legalidad establecida», ha expuesto el president, que ha asegurado que Companys fue «víctima de un combate muy desigual entre la legitimidad democrática y la bajeza del franquismo».
Esta próxima semana, en la que la serenidad tiene que hacer acto de presencia en todo momento, es clave para Catalunya y el resto estado español, puede haber desenlaces que disgusten a mayorías, pero podemos estar seguros que no decepcionara en impacto, interés y alcance futuro de las noticias.
Las declaraciones del President Puigdemont con su marcado tono de serenidad y los matices que pueda dar esta semana en relación a la declaración de independencia van a marcar las agendas.
Una seguridad tenemos y es que si el Govern habla y no cede a las presiones, las esteladas ondearan por el triunfo de la legitimidad democrática.