De los personajes bíblicos que participaron en el ajusticiamiento del nazareno es obvio que Albert Rivera sería la reencarnación de Poncio Pilatos. El prefecto de Judea parece haber pasado a la historia como aquel se lavó las manos después de condenar a Jesús a la crucifixión, lo que es la primera muestra de cuñadismo de la historia. Además, quien hoy ejerce entre nosotros el cuñadismo ideológico, como hacía aquel respecto a Tiberio, está entregado al poder imperial del mundo económico, político y armamentístico. Paralelismos curiosos que merecen una breve explicación.
A Pilatos la muerte de Jesús de Nazaret le daba bastante igual, quien le estaba causando problemas graves era Barrabás junto a los zelotes. Ya tenía al sanedrín bastante enfadado por haberles hurtado ciertos impuestos que iban al Templo de Salomón, es decir, a los bolsillos de ellos y, por tanto, transigió en ajusticiar al nazareno a cambio de que Caifás y los demás acatasen sus órdenes. Rivera por su parte es capaz de pactar con el PSOE o con el PP porque su enemigo principal, el que más molestar le plantea, es Podemos, esos peligrosos populistas. Son los zebedeos de Rivera. Y también, como le sucedió a Pilatos con los samaritanos (a los que masacró por levantarse contra el poder de Roma), Ciudadanos tiene los suyos con los independentistas. Pero ambos trabajan no en favor del pueblo sino de sus jefes imperiales. Y si lo piensan bien tiene hasta a su Longinos con la lanza punzando a gente en Juan Carlos Girauta.
Pilatos durante los años de prefectura pactó con unos y con otros para intentar controlar a los judíos, hizo del cuñadismo un arte político, dejando atrás los supuestos principios propios. No tendría que haber crucificado a Jesús pues los cargos contra él no atentaban la lex romana. Pero por no aguantar a Herodes y al Sanedrín le llevó al monte del calvario pues el coste era menor. Se lavó las manos como diciendo que eran los demás los que provocaban la crucifixión. Como Rivera y su troupe naranja que cuando hay algo malo siempre es culpa del partido con el que han pactado. Da igual el PSOE en Andalucía o el PP en Madrid.
El Imperio y su mantenimiento es lo principal y en ello coinciden Rivera y Pilatos. Todo por el establishment que le ha puesto en un lugar de honor. Una prefectura que tiene numerosas canonjías y mucha proyección mediática. Pero como le pasó a Pilatos un cargo donde si no respondes la salida y la pérdida de las canonjías es inmediata. De Pilatos no se supo más y tuvo que llegar Tito a poner orden y dejar Jerusalén como un secarral (destrucción del Templo incluida) en la Primera Guerra Judía en el año 70. Lo mismo puede pasarle a Rivera si no acata las órdenes del establishment imperial. Ciudadanos está en política para impedir los extremos y aunque diga que no pactará con Pedro Sánchez, sabe que lo tendrá que hacer el 29 de abril si los números dan. Al menos no perderá la cabeza como el Caifás del PP.