Cuando el río suena… Llevan varios días los amanuenses del gilismo hablando del jugador del Wolverhampton, Rafa Mir, como muy posible refuerzo para pelear a Luis Suárez el nueve del Atlético de Madrid. Los rumores sobre 15 millones de euros de gasto en el fichaje están ahí desde que terminó la anterior temporada. Muy extraño sería que no estuviese apalabrado ya a la espera de la finalización de los JJOO, pues Jorge Mendes no da puntada sin hilo y hace tiempo que no “colabora” con su gran amigo Miguel Ángel Gil.
El fichaje, para alegría personal que no futbolística de la mayoría de la afición, de Antoine Griezmann se aleja cada vez más. Un fichaje que si no es casi DAO es complicado de encajar en el límite salarial del equipo rojiblanco, por mucho que el mismo sirviese para ganar publicidad y alegrase al entrenador. Por 70 millones es lógico pensar que Andrea Berta y el propio Cholo Simeone apostasen por Lautaro Martínez. También es cierto que muchos fichajes en el Atleti no tienen lógica deportiva, pero no está la hucha a día de hoy como para hacer grandes dispendios. Si por Saúl se obtienen unos 50 millones y no sale nadie más, además de un portero suplente de ciertas garantías para Oblak –puesto que parece que Grbic se irá cedido al Lille-, queda poco dinero para fichar un delantero. Y ahí es donde el negociado de Mendes aparece como alternativa.
Mir está dividiendo a la afición rojiblanca, sin llegar al extremo de generar una guerra intestina, entre quienes ven al nueve suplente –de forma incomprensible o no tanto- de la selección olímpica como una apuesta segura por su planta, garra y capacidad de definición y entre quienes creen que hay que apostar por un jugador contrastado para aumentar la calidad, a día de hoy, del equipo. Que Mir no lo ha hecho nada mal en el Huesca es tan cierto como que antes no destacó en Inglaterra. Por eso es comprensible que haya personas que prefieran alguien con más pedigrí futbolístico, no sólo para ser suplente de Luis Suárez sino para pelearle el puesto. Aunque vistas las imágenes del jugador uruguayo en sus vacaciones, parece que llegará finísimo y no será tan sencillo sentarle.
Es un debate entre seguir como hasta el momento o intentar dar un paso más. Ahora que Real Madrid y FC Barcelona parecen pasar por un momento delicado, en cuanto a potencial económico y deportivo, muchos rojiblancos piensan que fichar a Mir supondría no acercarse a los oligopolios futbolísticos españoles –salvo que Javier Tebas se achante y acabe tragando con las triquiñuelas para que Messi pueda ser inscrito contra la norma- y por ello prefieren un jugador con más renombre e indiscutido. También es cierto que la caja da para lo que da en el Atlético de Madrid, aunque han ingresado buenos dineros por abonos que no se sabe si se podrán disfrutar. Lo más probable es que acabe llegando Mir y no Lautaro (o alguien similar), lo que producirá una alegría en parte de la afición, como han hecho con fichajes random tipo Šaponjić. De hecho, conociendo el mundo gilista, es más probable la llegada del murciano. Barato y de Mendes.