“El AVE llegará a Almería a la vez que a Bilbao” ha dicho eufórico Rafael Hernando a su llegada al 13° Congreso Provincial del PP. Según el portavoz popular es en este momento cuando existe una agenda fijada y un cronograma lógico y adaptado a los tiempos y financiación. Los bilbaínos, si no lo remedian unos presupuestos generales, ya saben que tendrán AVE en 2025, que son las previsiones más optimistas que se tienen para Almería. Claro, siempre y cuando llegue a Granada o a Murcia con inmediatez.
Eso sí, nada más llegar lo primero que ha hecho Hernando es dar las gracias al patrón Amat como debe ser. Ha destacado la “generosidad y el trabajo desarrollado por Gabriel Amat al frente del partido y en las responsabilidades que ostenta, estando siempre al servicio de los almerienses”. Y de sus 103 empresas familiares le ha faltado decir. En su intervención ha destacado que los módulos agrícolas han recibido una rebaja en los PGE de 35 millones, fomentando así el desarrollo empresarial. Millones de todos los agrícolas de España no sólo de Almería. No ha manifestado nada, empero, sobre la PAC que se está negociando en estos momentos en Europa y que pretende ser más dura con el país.
Como no podía ser Hernando ha criticado a la presidenta de la Junta de Andalucía a quien echa la culpa de no generar empleo suficiente en la región. Los empleos creados y los parados que ya no lo son caen en el saco del PP. Sólo el PP crea empleo ha venido a manifestar en modo publicidad encendido. Claro, podría reprochársele que ese empleo creado es cada vez más precario y que el PP ha generado trabajadores pobres, algo que no existía en España desde los años 70.
En referencia al problema del agua, se ha jactado Hernando en la gran gestión que viene realizando el partido conservador que derogó el anterior Plan Hidrológico y que ahora intenta que todas las regiones tengan agua. Salvo las de origen claro porque desde la Junta de Castilla La Mancha ya han advertido que no van a permitir pasar ni un hectolitro más a Murcia pues sus embalses de cabecera están secos completamente, aunque el gobierno del PP sigue aprobando trasvases. El agua sólo para donde gobierna el PP parece su eslogan. Pero realmente, todo era una treta para volver a atacar a Susana Díaz por lo mal que gestiona las desaladoras.
Y no se ha escondido el portavoz popular al hablar de corrupción. Ni ha parpadeado, ni le ha caído una gota por la frente, sino que ha manifestado sin ningún tipo de rubor que han “tenido problemas con la corrupción, porque hemos tenido problemas con gente a la que le ha podido la codicia y no han pensado en el bien común, y no han pensado en sus compañeros y que nos avergüenzan con sus actos”. ¿La financiación ilegal de su partido, los sobresueldos y demás cosas que se van descubriendo son parte de la codicia individual? Esa codicia es más de las investigaciones que sobrevuelan al presidente del PP almeriense, Amat. O incluso al alcalde de El Ejido. Ítem más, ha sido el PP el que “ha hecho la gran reforma legislativa que ha permitido descubrir muchos de los casos de corrupción que se han producido”. Y el que sitúa a Moix como fiscal jefe Anticorrupción. Al menos no ha debido ver hienas en Almería.