Es curioso comprobar la estadística y confrontarla con la realidad, para que dos lagrimones refresquen tus ventanales perceptivos de la política española y el método en que metabolizamos la bazofia inductora de lo políticamente correcto.
Todos asumimos que el PP debe gobernar porque es el más votado, pese a que solo lo votan 2 de cada 10 electores, es lo mismo que si Nacho Vidal presumiera de polla con un tercio de la que dicen que posee, dado que no he tenido el placer aún de ver una obra suya.
De lo único que disfruto de ser español en estos tiempos que me tocó vivir, es que a los que le gusta el arte de la mentira, como un servidor, disfrutamos como posesos en esta competición de la Champión League del embuste, del refinamiento regateador de lo subliminal y liderar el campeonato mundial de lelos por metro cuadrado en sociedad tan Occidental, que premia la estupidez y exilia con asco el talento.
Presumo de conocer a Rajoy, y de sentarme en una mesa a cenar con él y su equipo más directo, por lo que tengo datos objetivos que certifican mi voto intelectualizado a PODEMOS.
Soy hombre de ciencia que solo respeta la metafísica en asuntos de homeopatía, por mi adicción a las yerbas, tomar tila en esta patria, es el mínimo exponente de sensatez que un lacayo puede mostrar con orgullo de no echarse al monte, por qué motivo haberlos haylos , como ladrones en despachos oficiales.
Quiero acabar este relato con las tolerantes maneras de creer en la presunción de inocencia de cualquier encausado, y dejar en manos del Fiscal Moix la tarea de defender el honor ciudadano, que ya metí la pata en su día en pensar que la infanta Cristina y su marido eran unos vulgares y selectos chorizos, cosa que me arrepiento tras la sentencia de la justicia imparcial que gozamos todos y cada uno de los españoles, a dios gracias.
Si aquí es que protestamos por puro vicio, sin conocer que la etimología de la palabra decoro es el compuesto de la decencia la tiene quien tiene el oro, y no el de Moscú, otro día hablaré de la reedición bíblica de la pasión, muerte y resurrección de Pedro Sánchez y como nos la metieron hasta la campanilla, que esto va de porno hoy, y jamás entenderé como los catalanes quieren marcharse de este Jauja liderado por el gallego más saleroso de los últimos 40 años, merecedor de un derrocamiento y no esa «mariconada» de la moción de censura, con perdón.