Decenas de vecinos han rodeado en la calle a la alcaldesa de Hospitalet, que ha salido a dar la cara, al grito de dimisión.
La primera edil socialista, que ya había anunciado que no iba a ceder locales municipales para la votación del referéndum, considera que “esto es impresentable y ya ha ocurrido lo que algunos querían que ocurriera”.
A su vez, ha tratado de explicar, entre abucheos, a los vecinos que ella no es la responsable de la presencia de la Policía y la Guardia Civil.
Marín fue también que pidió con firmeza pero entre sonrisas a Puigdemont hace unos días que dejara en paz a los alcaldes, en clara alusión a los socialistas que ya anunciaron no prestarían los locales para el 1-O.