Desde el pasado mes de octubre, Diario16 lleva informando sobre las maniobras que la banca, principalmente el Santander, estaban ejecutando para desguazar a Duro Felguera y hacerse con el control de la misma.
Todo el proceso comenzó con la entrada de Miguel Zorita como asesor del Consejo de Administración de Duro por imposición del Santander para lograr reconducir la situación de la epecista y lograr reflotarla, teniendo en cuenta los problemas de financiación que tenía, las refinanciaciones de deuda con el pool bancario, y, sobre todo, con los trabajos pendientes de cobro que aún tiene en distintos países del extranjero como Venezuela, Argentina, India o Australia, entre otros, deudas que hubieran permitido cubrir el pasivo. Sin embargo, Zorita la única gestión que hizo fue torpedear el buen funcionamiento de la compañía con el único objetivo de que Ángel del Valle, el anterior presidente, dimitiera o fuera cesado. Al final lo consiguió unas semanas antes de la finalización de su contrato.
Tal y como advertimos en Diario16 desde el mes de octubre, la pretensión del Santander era controlar Duro Felguera y los últimos movimientos de la compañía así lo demuestran, ya que, según un hecho relevante comunicado a la CNMV, han empezado negociaciones para capitalizar deuda y, según distintas fuentes consultadas por Diario16, hasta un máximo del 30%, lo que daría al Santander el control del 16,2% de Duro, una oferta que conlleva el despido de 600 trabajadores. Esta es la oferta que se discutió en el Consejo de Administración celebrado el miércoles y que fue presentada al Consejo por el Santander que es quien representa al resto de entidades del pool, pero que fue planteada como una condición prácticamente innegociable, es decir, que destila el estilo de García-Carranza Benjumea. Este movimiento ya fue utilizado por la entidad presidida por Ana Patricia Botín con Prisa y con Abengoa.
Este medio advirtió también de que las principales víctimas iban a ser los trabajadores y las intenciones del actual Consejo de Administración de despedir al 25% de la plantilla lo demuestran, principalmente porque ese modo de reducir costes a costa de los empleados es el sello tanto de Francisco Javier García-Carranza Benjumea y del actual presidente, Acacio Rodríguez, quien a lo largo de su dilatadísima experiencia profesional ha encabezado reestructuraciones traumáticas para la clase trabajadora como, por ejemplo, la reconversión industrial de los años 90 o la reestructuración en Pegaso, por citar algunos. Todo ello se contrapone con el anterior presidente, Ángel del Valle, quien estuvo buscando soluciones para poder mantener los 2.100 empleos de Duro Felguera. Desde su salida, los únicos movimientos que se han efectuado han sido los marcados por el pool bancario que, evidentemente, favorecían a las intenciones del Santander de controlar a la epecista para incluir dentro de sus balances activos tecnológicos a los que poder asignar valores que compensen el pasivo de sus cuentas. Como la tecnología no se puede cuantificar a través de una auditoría, un peritaje o una tasación y el propietario de la misma le puede asignar el valor que quiera, Duro aportaba al Santander una oportunidad tanto para arreglar su PyG como para especular para sacar un beneficio líquido.
Desde el principio, Diario16 se mostró sorprendido con la pasividad del gobierno del Principado de Asturias ante lo que estaba ocurriendo en Duro Felguera. No es normal que un ejecutivo de izquierdas, presidido por Javier Fernández, alguien con orígenes sindicalistas, y apoyado por Podemos e Izquierda Unida, no haya intervenido para evitar el desguace de una empresa que a través de empleos directos e indirectos genera un 2% de los trabajos en Asturias. No es normal que el Gobierno no se haya implicado a la hora de mediar entre la empresa y el pool o, directamente, el Santander. No es normal que, con lo que hay en juego, el Gobierno del Principado de Asturias no amenazara a estas entidades con retirar sus depósitos y sus pasarelas de pago. No es normal, sobre todo teniendo en cuenta que quien estaba al frente de la operación era alguien como Miguel Zorita, un hombre sin escrúpulos y que, tras las investigaciones y publicaciones de Diario16, realizó operaciones de dudosa legalidad en Chile, con relaciones con el especulador Martin Gruschka o que preside una empresa asturiana a través de una sociedad en Luxemburgo.
Tampoco es normal la pasividad adoptada por los sindicatos y el Comité de Empresa quienes, aunque han realizado manifestaciones, no han presionado con su máxima capacidad porque, leyendo las informaciones de este medio, las revelaciones sobre quién es Miguel Zorita o quién es el verdadero responsable de la situación de Duro Felguera, no movilizaron a los trabajadores, por ejemplo, a concentrarse ante las oficinas de esta entidad o han forzado negociaciones con el pool.
Todo parece indicar que el Santander volverá a salirse con la suya y, al igual que ha ocurrido con Abengoa, por citar una empresa tecnológica, terminará tomando el mando. Estos 600 despidos no son más que el aperitivo amargo que tendrán que tragar los trabajadores porque, a pesar de todas nuestras advertencias, la inacción ha conducido a lo inevitable y Duro Felguera pasará a la historia como una empresa asturiana, con ADN asturiano y trabajadores asturianos, que desapareció por la invasión de los cántabros.