La Audiencia Provincial de Córdoba ha condenado a seis años de cárcel a un hombre por matar a su madre de 84 años en el verano de 2016 en la vivienda donde ambos residían en localidad de Lucena.
El parricida iba a ser enjuiciado por un jurado popular, pero, finalmente, la vista oral no llegó a celebrarse tras el acuerdo de conformidad alcanzado entre la Fiscalía, la defensa del acusado y el propio investigado, que ha sido condenado a seis años de prisión por un delito de homicidio con la circunstancia agravante de parentesco y la atenuante muy cualificada de alteración psíquica.
La sentencia considera probado que el acusado convivía desde el año 2013 con su madre, que había sido diagnosticada de demencia senil en febrero de 2010. Desde julio de 2016 su situación había empeorado, de forma que tenía que ser atendida en todas sus necesidades y trasladada en silla de ruedas, unas necesidades de las que se encargaba el encausado “sin ayuda de otras personas”.
La Audiencia señala que, en el lapso de doce horas entre las 12,00 del día 6 de agosto de 2016 y las 00,00 horas del día siguiente, la víctima se encontraba sentada en una butaca en el salón de su casa, “lo que aprovechó el acusado para agarrarla del cuello con el antebrazo y apretar con fuerza con la intención de causarle la muerte”, todo ello “hasta que la falta de oxígeno acabó con la vida de la anciana”. El domicilio que compartían el acusado y su madre estuvo cerrado, “sin que ninguna puerta o ventana fuese forzada, ni ninguna otra persona entrase en el mismo”, hasta que a las 00,20 horas del 8 de agosto, “más de 24 horas después de que ocurrieran los hechos”, el condenado llamara a los servicios de emergencias para alertar de la situación de su madre.
El acusado, que permanece en prisión provisional por estos hechos desde el 7 de noviembre de 2016, fue diagnosticado de depresión en el año 2001 tras la muerte de su mujer y previamente la de sus hijas en 1999 en un accidente de tráfico, “y desde entonces había sufrido una situación mental que sin limitar sus capacidades volitivas e intelectivas, sí las mermaba, afectando a su toma de decisiones”.