Si algo tiene preocupada a parte de la afición rojiblanca, la más cholista, no es el mal juego del equipo durante todo 2022, esto preocupa a cualquiera (asista al Metropolitano o lo vea desde casa si es que aguanta), sino la expresa incapacidad del Cholo Simeone para dar con la tecla. Por unas cosas u otras, como se verá, el entrenador del Atlético de Madrid está mostrándose incapaz de cambiar el rumbo del equipo.
En otras ocasiones Simeone ha hecho pruebas, pero en cuanto no le salían las cosas volvía al plan inicial de su larga etapa rojiblanca. Presión, defensa férrea y contragolpe más estrategia. Ahora no. Persiste, no se sabe si por algún tipo de cábala, en lo que cualquiera ve como un error. El año que se ganó la liga se jugaron algunos partidos con el sistema que tiene aterrado a todos los aficionados… con otros jugadores y con otras formas físicas. Ahora insiste e insiste cuando es obvio que no hay jugadores adecuados para el sistema.
Una mala plantilla
La configuración de la plantilla ha sido pésima, en parte por la nefasta gestión en los despachos, en parte por los análisis del propio cuerpo técnico. Hay jugadores que deberían haber salido y otros que mejor no hubiesen llegado. La calidad de lo que dijeron eran peloteros es muy mejorable. Se muestran algunos incapaces de dar dos pases seguidos o de pasársela al compañero. Los supuestos jugones no lo son y tampoco tienen carácter suficiente para estar en el alto nivel al que ha llevado el Cholo al Atleti. Para traer un lateral en formación (Cholo dixit) mejor probar con la gente de la casa o un jugador experimentado de esos que había libres o a bajo coste.
Andrea Berta está para fichar y para advertir al cuerpo técnico de las capacidades o incapacidades de los jugadores. Además de compensar la plantilla. Que haya, al menos dos jugadores por puesto, y no exceso en algunas demarcaciones. Y, obviamente, traspasar, si se puede, a aquellos jugadores que pasan todo el año lesionados. Le gusten o no al entrenador. Claro que cuando se le ofrecen fichajes de esta o aquella agencia de jugadores solamente, normal que prefiera quedarse con el cojo al que conoce. Curiosamente cuando vienen jugadores fuera de cierto marco suelen rendir, salvo que sean argentinos que por alguna razón no terminan de encajar con el Cholo, paradójicamente.
Empecinamiento con algo que no funciona
Ni se ha planteado recuperar otro sistema con jugadores de más físico o garra por lo visto hasta el momento. Pareciera que debiese algo a algunos jugadores que no han ofrecido nada en el terreno de juego. Jugar sin cinco en un sistema con tres centrocampistas no se le ocurre ni a Guardiola (salvo ataque de locura transitoria). Y tiene dos en plantilla, con distintas características. Pareciese que las alineaciones y los cambios se hagan para contentar a unos u otros o a la cuchipandi. Con cinco cambios luego venden que ha acertado. Si cambiando a medio equipo no se acierta… y luego el tema Griezmann.
Entre los tres o cuatro jugadores que la afición considera que han hecho las cosas de forma correcta en el terreno de juego, no hay duda de que está Griezmann. No le puede utilizar más por la chapuza que llevó a cabo Miguel Ángel Gil, pero eso parece estar desquiciando al entrenador y provocando que los posibles cambios estén condicionados al jugador francés.
Se nota que hay jugadores en los que no confía, por lo que sea o porque no alcanzan en términos de calidad, pero no se atreve a dar pasos buscando soluciones donde sea… incluyendo la cantera. ¿Seguro que no hay un central que no cometa barbaridades y de los pases al contrario? O un lateral que sepa defender…
Esperando a Godot
Todo esto se ha visto, con más o menos matices, en lo poco que va de temporada y no es lo peor. Lo peor, lo que tiene consternado a los cholistas, es que parece que no existe ninguna evidencia en que tenga en su cabeza y en su mano los elementos para el cambio. Se le ve con la cabeza gacha, el semblante demudado y más nervioso de lo habitual. Ni él, ni los 100.000 hijos de San Luis que tiene como ayudantes encuentran algún sistema o los jugadores necesarios para defender y atacar con solvencia. No ya con excelencia sino solvencia.
Muchos quieren que se vaya Simeone (pensando que Gil les va a fichar Tuchel o algo por el estilo… ya), los cholistas quieren que vuelva. Lo aterrador es que parce que no va a volver. El hombre de negro se ha aburguesado y enredado en cuestiones futbolísticas que no son las que posibilitaron un equipo aguerrido, que se dejaba el alma en el campo y sabían combinar en más de seis pases si hacía falta. El ocaso está cerca y provocar un enorme temor al vacío. Pero a día de hoy no se ve a Simeone con ganas para cambiar el rumbo. Y el domingo llegan las huestes de su florentineza con los árbitros y Tebas detrás…
Post Scriptum. Por si hay dudas, a los dos segundos de que el Cholo salga por la puerta del Metropolitano deben irse los del dúo prescrito.