La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha señalado que lograr una «siniestralidad cero» debe de ser fruto del compromiso, la responsabilidad y del esfuerzo colectivo del sector empresarial, sindical, de los trabajadores y de las instituciones. Durante la presentación de la Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2017-2022, Díaz ha reafirmado la necesidad «de sensibilizar a todo el tejido productivo de nuestra tierra de que invertir en prevención y en seguridad de nuestros trabajadores no es un coste, sino una inversión que hace a nuestras empresas más competitivas».
El nuevo documento, fruto del diálogo social y de dos años de intenso trabajo entre administración autonómica, sindicatos y patronal, prevé una inversión de 59 millones de euros. En este sentido, se priorizarán las políticas dedicadas a la mejora de la seguridad laboral en las pymes de la comunidad, dada la atomización del tejido productivo andaluz y de las dificultades de las pequeñas y medianas empresas para alcanzar los niveles de planificación de las grandes firmas.
Díaz ha avanzado la previsión de que el PIB de Andalucía crezca un 2,6% en 2018, lo que supondrá la creación de 90.000 nuevos puestos de trabajo. En este escenario, ha recordado, la concertación social «debe de ser la herramienta que nos sirva a todos para que el crecimiento sea sostenible y garantice la mejora de las condiciones de vida de los andaluces».
Junto al presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, y de las secretarias generales en Andalucía de UGT, Carmen Castilla, y CCOO, Nuria López, la presidenta ha alertado del repunte en el número de accidentes de trabajo en la comunidad durante el último año, incremento que alcanza el 6% con respecto a 2016. Además, se registraron 111 accidentes mortales y se constató un aumento de los debidos a patologías no traumáticas, así como a los de tráfico.
«Es evidente que la nefasta reforma laboral no solo ha precarizado la situación salarial de nuestros trabajadores sino también de las condiciones laborales», ha advertido Díaz, quien ha valorado que la estrategia intentará revertir esta realidad, «porque queremos llegar a la siniestralidad cero, algo que es posible». La nueva planificación sustituye a la de 2010-2015, periodo en el que el número de accidentes experimentó un descenso del 24%, y de un 11% los que tuvieron resultado de muerte.
La presidenta andaluza ha adelantado que «en unas semanas» saldrá el I Plan Estratégico de Subvenciones del Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales, dotado de nueve millones de euros y dirigido especialmente a pymes. Para Díaz, Andalucía tiene una oportunidad de crecer en los próximos años a la velocidad necesaria para crear riqueza y empleo en convergencia, «pero también la responsabilidad de hacerlo de manera sostenible, mejorando las condiciones de vida de todos».