Diego Valderas ha rechazado la propuesta de Susana Díaz para ser el Comisionado de la Memoria Histórica y Democrática. Ha sido el propio ex vicepresidente de la Junta quien se ha puesto en contacto con Izquierda Unida para dar por cerrado el asunto. Antonio Maíllo designó a Willy Meyer y a José Antonio Castro para que intermediaran con Valderas y éste les comunicó que iba a rechazar el cargo propuesto por la presidenta andaluza.
El pasado miércoles la propia Díaz propuso en el Parlamento Andaluz que se hicieran los cambios normativos necesarios para elegir al nuevo comisionado en el mes de septiembre. No mencionó a Valderas. El anuncio de la creación de este puesto el pasado lunes provocó el rechazo de Izquierda Unida por considerarlo «un acto de deshonestidad política» el hecho de que se propusiera a Valderas como comisionado. El partido le pidió que no lo aceptara porque no se trataba de un puesto de responsabilidad política propuesto por el partido y que, además, se había hecho de espaldas a él.
El Partido Comunista de Andalucía fue más lejos y propuso que si Valderas no rechazaba la oferta de Susana Díaz se propondría que se le abriera expediente.
En el Parlamento de Andalucía, en el debate del miércoles, Antonio Maíllo acusó a Díaz de «romper todo lo que toca […] no deja que crezca la hierba, sólo le gustan las puñaladas, los derrocamientos». Además, incidió en que a Días no le interesaba la Memoria Histórica porque la proposición de un cargo que no existe es «un esperpento» y que lo único que pretendía la presidenta de la Junta era utilizar la «Ley de Memoria Histórica para meter los dedos en una organización política». Díaz, por su parte, se comprometió a dotar de presupuestos a la Ley de Memoria Histórica y Democrática.