Esta semana me ha recordado al programa de ETB, aunque haya sido con menos humor y más drama.
Vivimos tiempos de vértigo donde resulta complejo hacer reflexiones con un mínimo de rigor, ya que las mismas debido a la velocidad de los acontecimientos pueden quedar obsoletas en cuestión de horas.
Así en apena siete días han ocurrido acontecimientos que necesitarían cientos de horas de análisis, pero no es posible porque van sucediendo atropelladamente.
Así el martes amanecimos con lo que podía considerarse un bombazo, la detención de un peso pesado del PP, Eduardo Zaplana, ex Presidente de la Comunidad Valenciana, ministro y hombre de confianza primero de Aznar y después de Rajoy. Era lo más de lo más.
Pero no, apenas unas horas después nos impactaba la noticia de la imputación del número dos del ministerio de hacienda, José Enrique Fernández de Moya, por prevaricación y malversación. El ministro Montoro castigo de herejes recibía un fuerte golpe.
La corrupción daba una vuelta de tuerca más sobre el cuello de Rajoy y el PP y eso que aún faltaba la traca mayor.
A partir de ahí cada noticia superaba a las anteriores, lo que nos hacía sentir absolutamente desbordados por los acontecimientos. Al menos a quienes nos gusta analizar, reflexionar, antes de emitir nuestra opinión. Esta semana ese ejercicio recomendable ha resultado imposible de practicar.
Convocatoria de pleno del Parlament de Catalunya para la toma de posesión del nuevo Gobern, desconvocatoria ante las medidas judiciales y políticas que impedían hacerlo a cuatro de los Consellers, acuerdo in extremis de PP y PNV para los presupuestos, justo el día que éste pactaba con Bildu un nuevo estatuto para Euskadi que recogía el derecho a decidir y el concepto de “nación” que tanta controversia trajo con el Estatut de Catalunya.
Resulta curioso lo que está ocurriendo. El PP tan beligerante en Catalunya con algunas cuestiones ahora se volvía permisivo con Euskadi en los mismos temas. Los 5 votos del PNV a los Presupuestos del Estado producían milagros.
Pero es que Ciudadanos igual. Plantean que con independentistas ni a heredar y votan con PNV para aprobar los presupuestos del PP. Sí, sí, ese PNV que apenas unas horas antes pactaba con un Bildu, que lo hacía con quien aprobaba las cuentas máximas con PP y Cs. Absolutamente de locos.
Pero por si esto no resultaba suficiente nos quedaba lo mejor. La mañana del viernes, una vez aprobados esos Presupuestos, emergía como un terremoto la sentencia del “caso Gürtel”. Contundente, condenaba a los principales encausados a duras penas y lo que resultaba más demoledor, consideraba al PP un partido corrupto que se había favorecido de esa trama para su financiación. Para rematar consideraba que la declaración de Rajoy ante el tribunal carecía de credibilidad.
Nos encontrábamos así ante un Presidente sin credibilidad judicial y un partido de gobierno condenado por corrupto.
A partir de ahí los acontecimientos se desbordaban, las bases socialistas clamaban por la presentación de una Moción contra un partido destrozado por los casos de corrupción y Pedro Sánchez cedía a esa presión planteándola al día siguiente.
Pero en medio de la tormenta quedaba otra noticia de calado que por sí sola ya merecería nuestra atención. La intervención de la UDEF en la Diputación de Barcelona que tenía como consecuencia la detención de 29 personas, entre ellas un parlamentario del PeDeCat. La sombra de financiación ilegal de este partido y la sospecha de que el desvío de fondos públicos hubiera servido para financiar el 1-O nos dejaba perplejos.
Pero lo más grave es que ese supuesto desvío, podía haberse realizado desde fondos que debían prestar ayudas a países en vías de desarrollo. Tela! Afortunadamente el Proces se libraba debido a que esta noticia quedó sepultada por las otras de más calado. De confirmarse supondría un golpe mortal para el independentismo.
En 1977 se produjo lo que quedaría para la historia como “la semana negra”. Aunque en aquella se produjeron muertos y no se puede comparar, en 2018 tenemos una segunda “semana negra”.
Ahora la incertidumbre, las presiones, el debate. Los números dan para que salga adelante esa Moción de censura y Pedro Sánchez se convierta así en el nuevo Presidente de nuestro país. Los 180 votos de PSOE, Podemos (incluyendo Compromis y las mareas), ERC, la antigua Convergencia, PNV y Bildu son más que los 170 de PP (incluyendo a UPN y Foro Asturias), Cs y Coalición Canaria.
La acusación de que eso supondría el apoyo de peligrosos independentistas, incluidos Bildu, queda automáticamente desmontada al haber aceptado PP y Cs esos mismos votos para aprobar sus presupuestos. Recordando que los del PNV llegaban después del acuerdo con Bildu para el nuevo Estatuto para Euskadi.
Por lo tanto Pedro Sánchez quedaba liberado de la losa que le aprisionaba en el intento anterior, justificado además por la demoledora sentencia de la Gürtel.
Para que esto se triunfe va a ser necesarias grandes dosis de audacia, imaginación y especialmente generosidad. Favorece que escollos como el 155, o la constitución de nuevo Gobern en Catalunya Rajoy ya los ha dejado resueltos y que la condición del PNV de aprobación definitiva de los presupuestos en el Senado, es fácilmente asumible por Sánchez con el argumento de no perjudicar a 9 millones de pensionistas.
Pedro Sánchez se perfila como el nuevo Presidente de España y ahí tendrá su reto definitivo donde tendrá que demostrar que tiene talla de estadista. Paliar las tensiones centro-periferia, con Catalunya y ahora con Euskadi, mantener la recuperación económica de una manera más justa y equilibrada, atender las demandas de la calle, regenerar la vida pública, trabajar consensos difíciles, algunos que parecen imposibles. Si lo consigue tendremos Presidente para rato, de lo contrario será flor de un día.
Por último a la semana le falta la guinda del pastel aún no resuelta a la hora de escribir estas líneas: la final de la Champions. Con sus confrontaciones, confrontaciones y el espíritu patriotero que origina. De momento tiene una consecuencia, un Rajoy tocado anuncia su ausencia.
Veremos…..