Prefacio: Antes de comenzar la narración del artículo, y como es de bien nacidos reconocer la autoría de las cosas, el apodo de Xavilardo es de la usuaria de Twitter RebWest, que bastante plagian los políticos mediocres y los columnistas sin cabeza para usurpar las creaciones de personas inteligentes.
¡Ahora sí! Desde el nacionalbarcelonismo llevan, como poco, cuatro décadas hablando de forma engolada y hasta el hastío que lo importante es la forma no sólo el vencer. El cruyffismo como forma de vida, casi, ha sido el santo y seña del FC Barcelona más victorioso de su historia. Meaban colonia cuando ofrecían ruedas de prensa, en entrevistas y en los distintos mecanismos de control social que vienen utilizando. Pero, tras pasar las de Caín, parece que la situación cambia un poco y lo que vale es ganar.
Grandes meacolonias del fútbol actual son Guardiola o Klopp. Muy críticos cuando les derrotaban mediante el bilardismo, más o menos tecnificado, o el clásico cerrojazo. Eso sí, tanto mear colonia para que les pintasen la cara, especialmente los dos equipos madrileños. Guardiola pegó un cerrojazo en la segunda parte del segundo partido contra el Atlético de Madrid porque el equipo rojiblanco les estaba pasando por encima. Contra el Real Madrid sacó todo el frasco y le pintaron la cara, más por arrestos que por calidad. A Klopp tanto el Atleti como el Real Madrid, estos en dos ocasiones, le han mandado a pastar con técnicas similares. Meacolonias que para una que se comen cuentan diez.
Xavi también es (o ha sido) un gran meacolonias. Llegó diciendo que el estilo era todo, que antes que vencer había que ir por la senda del fútbol “bonito”, etcétera. Esta misma temporada ha transmutado al bilardismo. Pese a que se han gastado la herencia de la abuela, el unocerismo es ya parte de su filosofía futbolísttica. De hecho, lleva más 1-0 que cualquiera de las temporadas del Cholo Simeone, ese al que señalan los meacolonias que pueblan los medios de comunicación. Sigue ganando Xavilardo, pero ahora no meando colonia sino sudando sangre en cada balón. El cerrojazo histórico del Bernabéu o el encerrarse contra un Valencia que tiene mala pinta, ahora debe valorarse como afirmó en rueda de prensa.
Parece que hacer la necesidad virtus es bueno. Con un club que tiene telarañas en la caja no queda otra que ganar, de la forma que sea, títulos para reflotar al club. Lo gracioso es que quienes le critican especialmente son los nacionalmadridistas del “bloque bajo” de Carlo Ancelotti. Otros, los nacionalmadridistas y los piperos del estadio, que mean colonia hasta que ganan una liga encerrándose contra el Cádiz (con todo el respeto que merece el Cádiz). Todos quejándose de lo mal que juega el Atleti (a la par que ocultando lo mal que juegan sus equipos) y ahora sus entrenadores se unen al unocerismo y la defensa granítica. Pero claro como en una disputa entre el duopolio parece que todo vale. Xavilardo y Carlonaccio y los mamadores de la prensa a eso, a mamar lo que haga falta.