En el día de ayer se celebró una reunión importante del Consejo de Administración de Duro Felguera. El final del plazo dado por la banca acreedora se acerca y las presuntas negociaciones de Miguel Zorita no han dado ningún resultado positivo en los cuatro meses que lleva en la compañía. Más bien al contrario. Han empeorado la situación de la empresa asturiana hasta el punto en que la banca pudiera ofrecer cualquier solución y la directiva no pueda poner sobre la mesa alternativas distintas a las de los bancos.
En el Consejo de ayer se hizo realidad la verdadera intención de las entidades financieras: no ayudar a Duro Felguera, no reestructurar la deuda y abocarla al concurso de acreedores, salvo que se acepten las condiciones que Miguel Zorita quiere imponer en nombre de esa banca de la que dice tener la confianza. En el Consejo de ayer el ejecutivo/liquidador valenciano se quitó la máscara. No está cobrando un millón de euros para salvar a Duro Felguera ni sus 2.000 puestos de trabajo sino para hacer cumplir los objetivos de las entidades financieras.
Las condiciones de Zorita y de la banca son inasumibles si se pretenden salvar los 2.000 puestos de trabajo y, por otro lado, utilizan un sistema de «matonismo» o de moral cuestionable al poner como condición fundamental la salida del actual presidente. La destitución o no de Ángel del Valle es una decisión que debe tomar el Consejo de Administración y ser ratificada por una Junta de Accionistas, no por una imposición de la banca o del representante del Banco de Santander, Miguel Zorita.
Las condiciones de la banca son las siguientes para ampliar el plazo de la moratoria hasta el 15 de enero son las siguientes:
- Ampliación de capital
- Capitalización de la deuda
- Entrada de nuevos inversores
En principio, son condiciones que pueden parecer hasta lógicas. Lo que ya no lo es tanto es que se imponga como condición sine qua non la salida inmediata del actual presidente por, en primer lugar, culparle de la situación actual por las decisiones tomadas en referencia a diversas estrategias adoptadas en el pasado y, en segundo lugar, por la querella presentada por la Fiscalía en la que se le acusa de sobornos para conseguir contratos en Venezuela.
Aquí vemos la doble moral del Banco de Santander, o la absoluta carencia de ética. Es casi un oxímoron que se imponga como condición la salida de Del Valle por la querella cuando han impuesto a un personaje como Miguel Zorita quien, tras las informaciones publicadas por Diario16 en sus actividades en Chile o por sus actividades empresariales con contactos con sociedades domiciliadas en paraísos fiscales como Luxemburgo, Malta, Panamá o el Estado de Delaware, debería estar también investigado por la Justicia española. Por otro lado, el Santander no tiene la legitimidad para, a través de Zorita, exigir la dimisión o la salida de Ángel del Valle por su propia historia en la que personas fundamentales para entender lo que el Santander hoy se sentaron en el banquillo e, incluso, se llegó a crear una doctrina jurídica que tanto ha dado que hablar en casos más recientes. Nadie pidió entonces la dimisión del antiguo dirigente santanderino. Si el presidente de Duro Felguera actuó tal y como afirma la Fiscalía, entonces un juez le condenará pero, en el momento actual, ni siquiera ha pasado a la categoría de investigado/imputado. La Justicia tendrá que investigar si se trató de sobornos o de comisiones legales. Será entonces cuando llegue el momento de pedirle responsabilidades o su dimisión, no antes. Doble moral o inexistencia de ética.
La estrategia está clara: culpar a Del Valle de todos los males de la compañía para, además, enfrentarle a los propios trabajadores que, por otro lado, serán las primeras víctimas si el plan de la banca, en general, y del Santander en particular, ya que si se ejecutan esas condiciones citadas anteriormente sería como poner el clavo en la tapa del ataúd para la compañía asturiana. Cuando se habla de la entrada de nuevos inversores no se piensa en la empresa constructora china de la que ayer informó Diario16 haciéndose eco de lo publicado por Expansión. Los nuevos inversores serían los fondos oportunistas o los fondos de inversión que quiere traer Miguel Zorita quienes ponen unas condiciones para entrar en Duro Felguera que dejarían a la compañía en una situación aún peor de la que estaba y de la que Zorita la está dejando.
Ahora es el momento de que Ángel del Valle demuestre que quiere salvar a Duro Felguera y decidir qué hacer, si aceptar las condiciones de la banca y del Santander y perder su dignidad, o defenderla buscando otras soluciones independientemente de lo que los amos de Zorita quieran imponer. Ya está en negociaciones con la empresa china CSCEC, tiene en cartera ciertos proyectos. Si la banca y el Santander no sabotean la entrada de la constructora multinacional controlada por el Gobierno de la República Popular de China, ya que una de las condiciones que ponen para llegar a una alianza con Duro Felguera es, precisamente, que el pool bancario deje de presionar para firmar un nuevo stand still sobre los vencimientos de la deuda con un plazo de 6 meses, y no de 4, además del desbloqueo de los 53 millones de euros de los avales pignorados para, de este modo, poder optar a nuevos contratos, se habría logrado solucionar el problema actual de Duro y se asegurarían los 2.000 puestos de trabajo.
Por otro lado, Del Valle tiene la opción de no aceptar las condiciones que quieren imponer la banca y el Santander y llevar a Duro Felguera a un proceso concursal, ya que, de este modo, se iniciaría un preconcurso donde, en la documentación a presentar a los Juzgados de lo Mercantil, se indicaría que se está en negociación con los acreedores para lograr un acuerdo de refinanciación. Este preconcurso tiene un plazo: tres meses, tiempo en el que ya se habrá cobrado una parte de la deuda que diferentes clientes tienen con Duro Felguera que saldaría parte de la que la compañía asturiana tiene adquirida con la banca y el Santander. Tras esos tres meses, en caso de no llegar a un acuerdo, la empresa tendría un mes más para presentar al juzgado la declaración de concurso.
Mientras todos estos movimientos se realizan desde las alturas, los trabajadores están en vilo porque sus puestos de trabajo deberían ser la prioridad. En el día de hoy se ha organizado una concentración en Oviedo de una representación de la asamblea de trabajadores de Duro Felguera reclamando que el consejero de industria dé apoyo a los 2.000 puestos de trabajo que están en juego. Tal vez haya el momento en que el Gobierno del Principado deje de ponerse de perfil y entre de lleno para defender los intereses de los trabajadores, de la industria asturiana y de la propia Asturias, es el momento en que Javier Fernández demuestre su ADN sindicalista y se ponga al frente para defender a sus ciudadanos de un nuevo ataque de las élites financieras al pueblo que quieren llevarse a Duro Felguera de Asturias para beneficiar a otras élites transatlánticas o para arreglar las cuentas de otras compañías. El enemigo del pueblo asturiano no está en los actuales dirigentes o en sus accionistas históricos. El enemigo está en quienes están apostando fuerte por llevarse a Duro Felguera del Principado y dejar a 2.000 familias sin su sustento. El pueblo tiene que actuar y presentarse en las oficinas de quienes pretenden, por pura ambición y falta de escrúpulos, dejar sin empleo a los asturianos. De este modo podrán ver los rostros de los verdaderos culpables.