Argentina conquistó su tercera Copa del Mundo de fútbol. El sueño de Lionel Messi se hizo realidad frente a los tiñosos, los cuales siempre dijeron que no sería grande porque no había ganado algún título con su selección. Cuando ganó la Copa América, ya no valía el título si no era un Mundial. Con el Mundial en el bolsillo dirán los rabiosos que no vale porque tenía barba. Y así hasta el final de los tiempos. Venció Argentina y muchas personas en España lo celebrarán toda vez que la propia se quedó a mitad de camino para alegría de aquellos que tampoco querían que ganase Argentina.
Dieciocho equipos pueden decir desde hoy que tienen en sus filas, al menos, a un campeón del mundo de fútbol. El Manchester City puede presumir tanto como su vecino el United. El Olympique Lyonnais superará la tristeza de su país con otro. Unai Emery recibirá en su Aston Villa al Dibu Martínez campeón. Los ingleses del Totteham Hotspur se lamerán las heridas de la eliminación con Christian Romero. El Brighton Hove & Albio podrá presumir de su campeón en la figura de Alexis MacAllister. Incluso el Atlanta United estadounidense tiene uno como tiene River Plate (el único de los que juega en Argentina). Hasta ciudad eterna viajará un campeón como otro lo hará hacia Milán.
Más afortunada es la ciudad de Sevilla que contará con cinco campeones, 3 del Sevilla y dos del Betis. Lisboa abrazará a los dos campeones del Benfica. Turín también verá llegar a dos nuevos campeones, como los verán en la ciudad castellonense de Villarreal. París tendrá al mejor jugador del campeonato y Madrid recibirá a tres jugadores con una copa del mundo en el bolsillo. No serán recibidos en Ayuntamiento, ni Comunidad porque, para desgracia de los medios de comunicación de Madrid, los tres pertenecen al Atlético de Madrid, plantilla que ya reúne a cinco campeones del mundo (aunque, a veces, no lo parezca).
Ya tenían preparadas las portadas con sus propios campeones. De hecho, como España no es que les gustase mucho, han ido preparando portadas con Brasil (su principal favorita pues a su florentineza le da por fichar juveniles de aquel país a precio de oro), con la Croacia de Lukita, con la Francia de Camavinga y Tchouameni, incluso le han pedido de rodillas a quien les mandó a paseo dos veces (Mbappé) que obrase el milagro de impedir que Messi y los rojiblancos sumasen más campeones. Ya les molestó en los años 1950’s el campeonato de Vavá.
Han hecho el ridículo de todas las formas posibles en el nacionalmadridismo que no sería extraño que lo sigan haciendo. Ayer decían que Florentino Pérez había sido el mejor del Mundial porque todos los jugadores que le gustan han destacado y se ficharán… o no. Porque no hay nada que más guste al nacionalmadridismo que inventar fichajes que no podrán pagar si uno hace la suma. Pero los Isidoros son así. Hoy mismo buscarán al cuñado de un primo de algún jugador de la selección Argentina para apuntarse el triunfo. En Barcelona tampoco han ganado nada (tenían dos jugadores en Francia) pero entre Messi y ver rabiar a los otros les vale, sin necesidad de buscar alguna relación extraña.
18 equipos tienen un nuevo campeón del Mundo, pero ese que toda la prensa presenta como el único y verdadero, no. Es momento de separarse del fútbol FIFA y montar una campeonato propio donde en cualquier selección que dispute el título deba tener un jugador blanco, al menos. Es que ni del entrenador que pasó años en Coruña pueden rascar algo. Unas migajas con las que disfrutar. Un algo, como si fueran unas monedas para una nueva dosis de heroína con la que matar el mono. Porque el nacionalmadridismo es heroinómano del protagonismo y si no ganan algo o pueden fardar convulsionan.