La Federación de Asociaciones de Vecinos, Consumidores y Usuarios de Cartagena y Comarca (FAVCAC) y Ecologistas en Acción han denunciado de nuevo una superficie de nuevos regadíos ilegales en el entorno del Mar Menor, y muy próximos a la rambla de La Carrasquilla, que desagua en la laguna.
Se trata de una superficie de casi 50 hectáreas (equivalente a unos 50 campos de fútbol) que se han roturado y puesto en regadío en el paraje conocido como Llanos del Sabinar, en el municipio de Cartagena, según Ecologistas en Acción, que indica que “por si esto no fuera suficiente, parte de la roturación incluye dos tamos de caminos públicos y un cauce público, lo cual supone infracciones añadidas”.
Ambas organizaciones advierten que los terrenos roturados eran antiguos cultivos extensivos de cereal de secano y barbechos, que mantenían algo de vegetación natural en linderos, caminos y cauce, incluyendo numerosos ejemplares de Palmito (Chamaerops humilis) especie protegida en nuestro territorio.
Los denunciantes afirman que “además de suponer el aumento de consumo de agua en la zona, y de una mayor contaminación del medio (suelo y agua) por aporte de nutrientes y productos químicos, este tipo de roturaciones industriales que allanan grandes superficies sin respetar linderos ni setos, provocan una mayor escorrentía de aguas al Mar Menor, aportando más nutrientes y sedimentos a la laguna, cuyo ecosistema está en crisis a pesar de las múltiples figuras legales de protección que ostenta”.
“Pero nada de ello ha impedido que esta actuación se llevara a cabo sin pasar ningún tipo de Evaluación de Impacto Ambiental, que le es preceptiva, y máxime por la zona en la que se encuentra y sus efectos negativos sobre un espacio protegido y muy amenazado como es el Mar Menor”, añaden.
Solicitan la paralización y la reposición a su estado original
Para la FAVCAC y Ecologistas en Acción es inaceptable que “en nuestra región se sigan transformando terrenos a nuevos regadíos para la agroindustria, cuando por otro lado no deja de pedirse más agua para ‘salvar’ el regadío existente, lo que además afecta negativamente a los pequeños regadíos ya consolidados”.
“Y sobre todo, que esto se haga en el entorno del Mar Menor, que está en una situación muy alarmante, en buena parte debido a estos aportes de nutrientes de los nuevos regadíos industriales desarrollados en los últimos lustros”, añaden.
Por ello, la organización solicita la paralización y la reposición a su estado original, así como que se revise el estado del regadío en todo el campo de Cartagena, y se impongan medidas agroambientales para minimizar los impactos de esta actividad en el Mar Menor.