Bajo la bandera de la España republicana es la tercera entrega de la colección Los libros de La Guerra Civil contada por sus protagonistas que edita Almuzara. Se trata una obra colectiva que, prologada por Dolores Ibárruri “La Pasionaria”, resulta ser un documento interesante por su contenido demoledor, pues viene a decir que la importante ayuda prestada por la Unión Soviética fue dilapidada por los dirigentes de la República en guerra.
Así, y siguiendo esa misma línea crítica, los socialistas, anarquistas y republicanos moderados aparecen ninguneados en este libro, cuando no insultados. Sólo los líderes afines como Líster o los jefes de las Brigadas Internacionales -en cuyas filas el 70 por ciento o el 80 por ciento de sus hombres son comunistas- salen bien parados, al considerarlos adalides del valor y pulquérrimos defensores de la libertad y de un modelo de democracia que quebraría con el Muro de Berlín en 1989.
En este libro escriben su testimonio los últimos asesores soviéticos vivos que vinieron a nuestro país a luchar en 1936. Todos eran supervivientes natos de varias guerras y múltiples purgas: Rodión Malinovski, mariscal, dos veces Héroe de la Unión Soviética, cerebro militar de la legación soviética en España y, posteriormente, uno de los artífices de la victoria de Stalingrado; Nikolái Vóronov, mariscal principal de Artillería, y el almirante Nikolái Kuznetsov, cuya versión resulta fundamental para comprender la ayuda prestada a la Marina de Guerra republicana.
Igualmente, en esta obra coral participan también: Alexandr Rodímtsev, de sobrenombre Pablito, coronel general, dos veces Héroe de la Unión Soviética; Semión Krivoshein, teniente general, asesor de los tanquistas e involucrado en el envío de las reservas auríferas del Banco de España a Moscú; y Mijaíl Yakushin y Gavril Prokófiev, ambos generales mayores de Aviación.
«Gracias a los sacrificios de ayer, la victoria que entonces se nos hurtó hoy comienza a conquistarla nuestro pueblo. Y en su nombre, en nombre de este pueblo nuestro, que no olvida a los amigos que en las horas difíciles estuvieron a su lado, ¡gracias, camaradas soviéticos, por vuestra lucha en España, que con honor proseguisteis en la Gran Guerra Patria, gracias por vuestro afecto hacia nuestro pueblo y hacia nuestro país!…» (Del prólogo de Dolores Ibárruri, Pasionaria).