Alguien dijo que la Democracia era el menos malo de los sistemas políticos, siempre que no fuera mutilado por los agentes que tienen el deber de controlar que esto no suceda.
Actualmente estamos recibiendo un mensaje, un tanto sibilino, sobre la importancia de acudir a votar sin importar la esencia misma de la Democracia: La opción de ejercer un derecho o dejar de hacerlo.
Intentan ciertos Partidos autodenominados “Constitucionalistas” ser los únicos herederos del sistema político que rige unas normas válidas para todos los ciudadanos. La esencia misma de este Sistema Político es poder incluso discrepar de las propias Normas: la Constitución. Los Partidos Políticos están sujetos a la aceptación de esa norma; pero eso no quiere decir que no puedan intentar modificarla y/o enriquecerla con la finalidad de otorgar una mayor cobertura y respaldo al conjunto social de España.
Todos los Partidos Políticos que se presentan a las próximas elecciones son legales pues cumplen la ley electoral.
La precampaña que estamos viviendo, en líneas generales, se basa en el miedo:
- La “izquierda” enarbola el mensaje de la derecha caciquil y reaccionaria del 36.
- La “derecha” el mensaje de la izquierda Republicana y “quema conventos” del 35.
Otros ciudadanos pensamos que estamos asistiendo a una crisis ideológica y de modelo de Estado y no tanto de la acotación de dónde empieza la derecha y comienza la izquierda.
Ilustres líderes políticos hablan de Gobiernos Constitucionalistas y entienden que el PSOE y Ciudadanos son su opción más válida y otros que el PP, Ciudadanos y Vox es otra posibilidad. Tanto la primera como la segunda son sin duda opción del poder económico.
Existe una tercera vía: Un gazpacho, ¡Sí!, vale todo: PNV, BILDU, PSOE, Podemos, Esquerra, etc. En este modelo se apañan tanto la derecha burguesa vasca y catalana, partidos centralistas, y otros de difícil localización ideológica (sólo se deben a su mejora presupuestaria sin la más mínima solidaridad con otros territorios).
Ante este espectáculo me parece lógico y racional que muchos ciudadanos se planteen otra opción.
Felipe Hurtado