Fuente: Atlético de Madrid

Lo que tanto querían los chiringuiteros al servicio de su santidad florentina al fin ha llegado, el Atlético de Madrid se encuentra en crisis por su objetiva carencia de gol. Curiosamente ahora que, según los expertos y los aprendices de entrenadores, está jugando mejor al fútbol; que presiona más al rival; que hace más ocasiones que nunca (47 tiros para ningún gol); que juegan los jugones inventados por los medios; justo ahora el equipo rojiblanco se encuentra con una crisis. Catalogada por Diego Pablo Simeone como ansiedad y necesidad de un triunfo para que la cabeza de los jugadores (los que van quedando) se libere y todo lo bueno que se está haciendo fluya de nuevo.

Cualquier análisis racional de la situación del equipo, como las que ofrece Simeone sin esconderse en ningún momento, es rechazada por los medios entregados al florentinato y por la caterva de ismos atléticos que sólo conocen el fútbol de videoconsola. La culpa de todo es del entrenador por feo, llevar muchos años, no saber manejarse con, atención a esto, “la mejor plantilla de la Historia” y las siete plagas de Egipto además. Acostumbrados a esta época gloriosa, sólo comparable a los tiempos de Helenio Herrera o los años setenta del siglo pasado, tanto medios como humanoides han llegado a la conclusión de que el “Ferguson” rojiblanco debería cambiar todo lo que le ha llevado hasta donde está para jugar como el Brasil de 1970, el Milán de los holandeses, o el Bayern de Beckenbauer. Con el pres