Era jueves y aún era junio, en el local había un centenar largo de personas, pero siempre queda sitio para alguien con alma; así que aún fueron llegando más espectadores después de que comenzase el espectáculo. Porque eso era, eso fue, la presentación de NI UNA PUTA FOTO del escritor Javier Velilla cuando era jueves y aún era junio en Libertad8: un espectáculo.
Me pidieron en la redacción que fuera a hacer la crónica, pero era jueves y era junio y yo estaba muy ocupado preparando un concierto con mi grupo actual, Los Exquisitos, así que decidí que luego preguntaría sobre lo que hubiese pasado y todos tan contentos; soy un periodista imaginativo.
Pero nadie me contó demasiados detalles de lo sucedido. Y nadie me contó porque no era necesario. Porque en Libertad8 hay una cámara que, a veces (nunca se sabe cuando), todo lo registra. Así que para saber lo que sucedió en el escenario, me dijeron, basta ver el video; aunque es largo merece la pena, en todo momento.
Sólo Julián, el capo de Libertad, me comentó que había sido la presentación de mayor éxito de público de la historia, sobrepasando incluso a la reciente de Paloma Garzarán y su TRILOGÍA DEL OLVIDO. Libertad8 batiéndose a sí mismo.
Añadió Julián que el público estaba encantado, que no se querían ir, que aquello era una fiesta pero también algo mágico, casi religioso. «Una primera vez» concluyó, antes de indicarme, y fue la segunda persona que lo hacía, que si quería saber: viera el video.
Así que yo voy a hacer lo mismo. Si alguien quiere saber de aquel jueves, aún junio, año 2017, de Javier Puebla haciendo de embajador de Javier Velilla, ese encuentro entre dos escritores de raza, lo mejor es que mire las imágenes en movimiento, grabadas por una cámara casi oculta; los actores no parecen conocer su existencia, y al mirar el video es fácil sentirse culpable, un voyeur no invitado que contempla algo privado, desconcertantemente auténtico.