Los dichos ofrecen sabiduría popular y hay uno que encaja perfectamente en la situación que se vive entre João Fílix y el Atlético de Madrid: “Quien con niños se acuesta, mojado se levanta”. El delantero portugués se está meando en el Atlético de Madrid, llevando el desprecio hacia el club que le paga a cotas que ni Hugo Sánchez. No solo no ha demostrado nada que haga pensar que va a ser la estrella del balompié que decían, sino que a la mínima oportunidad se cachondea de la afición y del equipo.
Una muestra de ese desprecio es que al día de ayer (ver la foto superior), a las 19:47 horas, el minino portugués todavía tenía en su perfil de Twitter una imagen suya con la camiseta del Chelsea, donde no le quisieron tampoco, y afirmando jugar aún para el equipo londinense. Desde hace 19 días ha vuelto a ser jugador del Atlético de Madrid, lleva casi dos semanas de entrenamientos y ahí sigue con otra camiseta. Ese es su respeto por un equipo centenario como el Atlético de Madrid.
A más, a más, junto su representante, Jorge “negocios raros” Mendes, tuvieron la grandísima idea de trasladar al periodista italiano Fabrizio Romano su deseo de acabar en el FC Barcelona. No se sabe si ha sido en comandita con Joan Laporta, algo extraño dado que el Barça no tiene capacidad de fichaje alguna para llevarse a João Félix, pero seguro se ha realizado para presionar a Miguel Ángel Gil. Éste pensará que para tener amigos como Mendes es mejor no tener nada. Y huele a jugada del representante portugués porque, rápidamente, ha salido su principal vocero en los medios, Manu Saiz, a decir que con una cesión y opción de compra quedaría todo cuadrado. Esto es, los deseos de Mendes y el senderista.
En esta ocasión no se vislumbra que Gil haya estado detrás del tema porque no hace tanto pidió al Cholo Simeone que calmase las aguas para no depreciar el jugador. Y estas declaraciones tampoco ayudan a que el Atleti pueda alcanzar las cifras que desea el equipo directivo (que incluye a los fondos de inversión que están con la familia Gil, dato importante para evitar manejos de otros tiempos). La salida de pata de banco del niñato, porque no es otra cosa que un niñato malcriado que no llega a ser consciente de que ningún entrenador de la élite le quiere porque es un perro vago, tampoco ha sentado bien en el vestuario. Están hasta las narices de un jugador que se pasea por la cancha y solo busca su beneficio propio. Su golito, su cañito, su mierda que no va a ningún lado pero es lo que gusta a los panenkitas.
Esos mismos panenkitas, donde hay que situar a Gonzalo Miró (al que los aficionados rojiblancos tienen que aguantar por no se sabe bien qué motivo), son los que pedían que se echase al Cholo Simeone para que viniese un entrenador que lograse lo mejor de João. Hoy deben estar ocultos en el charco de mierda de donde no debieron salir para cometer semejante pecado. Los mismos que señalaban con el dedo a todos esos aficionados rojiblancos que hablaban del senderista, del sin sangre, del niñato, del jugador que no debió venir ni por 10 y mucho menos por 127 millones. Un dato, la última temporada de Antoine Griezmann (al que se ha dicho de todo) es mejor en todos los datos, menos en goles totales, que las cuatro temporadas de João.
La hinchada está enfadada, muy enfadada. Hace unos días se decía aquí que igual sería bueno dejar fuera de Champions al delantero portugués. Algunas personas entendían que no porque algo de calidad tiene e igual el Cholo hasta hace otro milagro. Hoy esas mismas personas tienen puñales, sogas y palos en las manos. Si hoy hubiese partido de fútbol en el Metropolitano, João no salía vivo (pese a que Gonzalito dice que no tiene por qué estar molesta). Ha logrado enfadar a toda la afición hasta llegar casi a la unanimidad. Le quieren fuera, lejos, en el Ceuta a ser posible aunque se pierda dinero (aquí suda Gil). O mejor aún, que se vaya a la mierda pero trayendo los millones por delante.
No quería irse al Aston Vila de Unai Emery porque le parece poco para su ego, porque calidad ni humana, ni futbolística ha tenido. Ha traicionado a compañeros como Griezmann que se han volcado con él para seguir la buena senda, para hacer mejor la convivencia en el vestuario. Es un cáncer que solo puede ser extirpado cuanto antes. Un engreído que no ha demostrado nada y ha sido rechazado por Chelsea, Manchester United o PSG y que no merece jugar ni Conference. Lo malo para él es que el Barça no tiene dinero ni para inscribir a los nuevos jugadores o a los renovados, lo malo para el Atleti es que no hay mucho margen para colocar semejante paquete. ¡Triste, portugués que eres un triste! ¡Anda a la mierda!