La mayor mentira del nacionalmadridismo es Vinicius Jr. Se han inventado que el jugador es de los tres mejores del mundo, que es el mejor en su puesto, que sobre él se asienta el Madrid del futuro pero no hacen más que babear hasta dar asco por Kylian Mbappé. Curiosamente los dos jugadores comparten posición en el campo. Donde mejor se desempeñan es por la derecha, aunque el francés puede jugar en otras posiciones haciendo menos daño, mientras que el brasileño es un mastuerzo en cualquier otro lado. Una gran mentira que no esconden. O sí porque tampoco es que la inteligencia sea una de sus virtudes.

Si tienes al mejor extremo derecha (alguno dirá que también tienen a la mejor extrema derecha en el palco) ¿para qué quieres al segundo? Porque el primero que se han inventado no vende camisetas (véase camiseta como símbolo de publicidad) y necesitan al que sí tiene más tirón publicitario. ¿Recuerdan cuando Vinicius estaba viendo un partido NBA junto a Neymar y se puso a saludar a la cámara como si fuese una estrella y la cara posterior al ver que en el marcador/pantalla no ponían su nombre? Luego sí lo pusieron pero la cara de estúpido ya había quedado reflejada. Esa realidad de ser casi desconocido, por mucho que venda el nacionalmadridismo, es la que preocupa y mucho en la avenida de Pío XII.

Lo saben los máximos responsables de los medios de comunicación que trabajan al dictado del ser superior y lo sabe cualquiera que se preocupe medianamente por informarse. Toda la campaña para hacer de Vinicius el nuevo Martin Luther King no era más que un producto publicitario. Lo curioso es que este año fichan un buen jugador (Jude Bellingham) y casi ni le hacen caso centrándose en la tortuga francesa. Algún titular diciendo que era la reencarnación de Zidane ha habido, pero eso lo dicen con cualquier chaval de la cantera un día normal de partido. No cuenta. Es una exageración del manual de periodista que cubre al Real Madrid y desea conservar el salario (salvo excepciones que todos conocen y que no necesitan el manual, son así).

Así que están con la tontada de Mbappé para tapar sus miserias. Un estadio que de 500 millones ha pasado a casi mil. Unas cuentas de ingresos positivas que no son tales porque activan más palancas que Laporta. Un dinero que dicen que existe en caja y que en realidad son créditos concedidos y no activados. Si los activasen tendrían que pagar y con los altos tipos de interés actuales igual no sale a cuenta. Por todo ello es obvio que no van a pagar ni 200, ni 180, ni 20. A Güler le han fichado por más dinero del de su cláusula para poder pagarlo a plazos. No hay dinero para fichar a Mbappé y si los periodistas blancos no lo saben es porque no hacen su trabajo.

A todo ello hay que añadir que una parte del madridismo, ese que no se deja engatusar por los Teleñecos de la noche, los periódicos y las radios nacionalmadridistas, es decir, cuatro, no quieren que llegue a la ciudad deportiva Florentino Pérez. Primero, porque, después de aguantar a un pesetero como Cristiano Ronaldo, ven con estupor a otro que es capaz de tirarse en plancha para coger una moneda de un céntimo del suelo. Y segundo, porque, y en esto tienen razón, después de chulearles el año pasado no quieren a alguien que desprecia a su equipo por un puñado (gordo) de euros. No son los que aparecen en las entrevistas de medios, esos suelen ser los de cerebro menos entrenado, pero si los buscan en redes sociales los encontrarán. Y lo mismo piensa Florentino Pérez.

En el tema Mbappé, al tito Floren le da igual lo futbolístico. Si le importase hubiese fichado un buen nueve después de la traición de Benzemá, pero no. A tirar con Joselu, Rodrygo y Brahim. La llegada del francés es pura economía. Le interesa porque, igual, no es seguro, le vendrá bien para hacer caja y salir de la mala situación económica. Ya que Vinicius no vende ni una maquinilla de afeitar, igual con el nuevo logra vender dos. Puro marketing porque si por él fuese no venía en la vida porque la tiene bien clavada desde el año pasado. Todo lo que está moviendo este año solo tiene como intención fastidiar a los cataríes por no habérselo vendido hace dos años y no haberle ni contestado. Lo lleva muy mal porque está acostumbrado a que le ofrezcan posaderas y le laman los zapatos.

Mbappé tampoco vendrá este año, pero tampoco llegará el delantero. Mientras tanto el madridista se cree todo y no se fija en que un Barça destartalado les metió tres y un equipillo italiano que ni jugará Champions otros tres. Cuentan con el apoyo de los árbitros pero a veces no es suficiente. Y eso lo está tapando Florentino, de igual forma que tapó los 155 millones por Hazard o los problemas económicos. Sigan con la llegada de la tortuga de Bondy que es el mejor alimento para incautos.

Post Scriptum. Si los cataríes tuviesen sentido del humor cederían a Mbappé, asumiendo gastos, al Atlético de Madrid. El chirriar de dienten en las redacciones de España iba a ser para grabarse y difundirse a todas horas.

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