Si en la reunión de Consejo de Política Fiscal y Financiera de la semana pasada, Montoro sacó su cara mala diciendo que “esto son lentejas”, en esta ocasión ha querido volver a engañar a las Comunidades Autónomas. Migajas de una supuesta liquidación de 2015 es lo que han ofrecido y cuyo gasto ya está prefijado. El resto más de lo mismo. A esto se ha sumado Soraya Sáenz de Santamaría para ocultar su significativo fracaso en Cataluña y que parezca que se preocupa por las autonomías españolas. Puro marketing. Ya se advirtió hace pocos días que sus intenciones en este órgano son solamente internas, para controlar el PP.
Lo que hoy han ofrecido a las Comunidades Autónomas es más o menos lo que les quitarán el año que viene a causa de la anunciada, aunque no legislada, bajada del IRPF. Que ya se verá realmente en lo que queda. Se van a perder 2.000 millones de ingresos vía IRPF, de los que la mitad corresponden a las Autonomías. Así que comido por servido. Pero lo que no han advertido en el Comité Central de Ciudadanos es que esa rebaja reducirá los ingresos estatales y autonómicos para prever los presupuestos venideros, por tanto el techo de gasto también sufrirá el año que viene un posible recorte si el Gobierno no baja el déficit estatal, que según las cifras del propio ministerio de Hacienda comienza a ser preocupante. Las cuentas públicas españolas esconden recodos de fantasía y misterio.
Las Comunidades socialistas han votado en contra, como no podía ser de otra forma, salvo Extremadura que dice estar de acuerdo con su posición financiera. Canarias, después de obtener más de trescientos millones en los presupuestos ha apoyado con alegría al gobierno conservador. Las Autonomías del PP han apoyado, ante Soraya y Montoro cualquiera iba a quejarse, aunque lo hagan en privado, y Cantabria también se ha negado.
La consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía ha rechazado a propuesta de situar el objetivo de déficit en el 0,4% para 2018 que supondrá un ajuste de 300 millones de euros en el Presupuesto de la comunidad autónoma para el próximo ejercicio. Lo se suponen 600 millones para los dos siguientes ejercicios, de momento.
Montero ha criticado que la flexibilización del déficit para las comunidades autónomas en una décima ha sido “fruto de una negociación política opaca”, y que el Gobierno central sigue comprometiendo las cuentas públicas al defender que la décima adicional concedida a las autonomías procede de la Seguridad Social. Montero ha mostrado su sorpresa por esta argumentación en la misma semana en que la Seguridad Social ha tenido que pedir un préstamo de 6.000 millones para poder pagar la extra de las pensiones del mes de julio.
La liquidación del sistema de financiación de 2015 ha sido calificada por María Jesús Montero como “cortina de humo”, pese a que les ingresen 235 millones. Pero, con el PP de Rajoy, Montoro y Sáenz de Santamaría siempre existen los peros, esa cantidad no podrá ser destinada ni a inversiones, ni a servicios públicos. Así que irá a amortización de deuda. “Supuestamente más dinero para las comunidades pero que no se lo podrán gastar en las políticas que necesitan los ciudadanos: educación, sanidad y dependencia” ha denunciado la consejera.
Todo malas noticias para la ciudadanía andaluza porque verán recortados 300 millones de inversiones y gasto social y, además, el dinero que les dan como migaja de la liquidación irá a pagar deuda directamente. Una estafa en toda regla contra Andalucía y demás comunidades autónomas. En especial las socialistas a las que además quitan inversiones de los PGE en infraestructuras. Esperan como agua de mayo el AVE en Granada y Almería, difícil será que lo vean en las fechas previstas por el gobierno.