Según el Banco de Santander, comprar el Banco Popular era una «oportunidad única de consolidación doméstica en España y Portugal». En primer lugar, se hace una exposición de lo que supone el Banco Popular en los dos mercados de la Península Ibérica, unos datos que dejan a las claras lo que acababan de comprar por un euro:

En segundo lugar, el Santander pondera el hecho de que con la compra por un euro del Popular lograrán un sólido encaje estratégico y de negocio en un momento atractivo del ciclo económico. Por un lado, la adquisición se consigue en un mercado principal para el Santander (España y Portugal) porque se crea una entidad líder en nuestro país con una cuota del 20% en el mercado de crédito, se adquiere una red de sucursales con presencia a nivel nacional con un mayor peso en las regiones más ricas, se diversifica la cartera crediticia de Santander España manteniendo la diversificación geográfica del Grupo y, por último, se refuerza a la franquicia del Santander en Portugal. Por otro lado, la adquisición del Popular provoca un hecho relevante para el banco presidido por Ana Patricia Botín: el liderazgo en el mercado Pyme con un 25% de cuota y que le gene