El poemario que les presentamos está escrito por una persona que ha tenido dos pasiones públicas: la defensa de los más contra los menos y la enseñanza de la filosofía. Si para la primera tiene tiempo de sobra para seguir peleando, la segunda ya es historia por mor de la edad de jubilación. Se pierde un profesor de filosofía en algún instituto de Castellón pero se gana un poeta para el alma de aquellas personas que tengan la oportunidad de leerle.
Con el sencillo título de Poemario (2018-2021) (Letrame) Javier Méndez-Vigo nos lleva a través de un imaginario personal donde la belleza del ripio no está reñida con la profundidad de la lucha por un mundo mejor en algunos poemas.
La mar roja;
la sangre inocente
acoge a nuestros hijos
y abraza al amante
sediento de paz,
y renace la esperanza
mientras la paloma vuela.
La mar, porque para Javier no es el mar sino la mar es una constante en sus poemas. Una especie de proyección hacia lo peligroso, lo insondable, lo misterioso o la búsqueda perpetua de un más allá que puede tener su heroísmo (como en Homero) o la simple contemplación abrazado a la persona amada.
Un poemario con, en su recuerdo al vate Neruda, sus Canciones desesperadas, con sus requiebros pandémicos y siempre con la esperanza como luz que permite vislumbrar que sí hay un futuro mejor, una posibilidad de un mundo mejor para aquellos que nos siguen, un motivo para lucha en un mundo descompuesto y alienado.
Poemas de amor, de batalla, de miedo, de esperanza… siempre buscando la belleza aunque se dude si es posible salir de la caverna, ver la Idea y volver para explicarlo. La intención está, el resultado es incierto, pero siempre hay que seguir intentándolo, como esa mar que día tras día choca contra la tierra que le impide ocupar el todo.