Es tanta la insistencia de Pablo Casado en una mentira que cabe sospechar sobre su propia persona. ¿Pruebas sobre la vacunación del presidente del PP? Las mismas que existen de la vacunación del candidato del PSC Salvador Illa. El ex-ministro de Sanidad ha explicado esta misma mañana en el programa de Susanna Griso que se negó a hacerse la PCR previa al debate porque está siguiendo el protocolo que él mismo ha defendido desde el comienzo de la pandemia. Es decir, las PCR se realizan cuando hay síntomas de haber contraído la enfermedad o por haber estado en contacto cercano con un infectado. También ha explicado, para los más duros de mollera, que en otros programas de TV3 a los que ha acudido no se ha pedido realizar prueba alguna, así como la inexistencia de acuerdo previo al debate entre las diversas candidaturas.

¿Importa todo esto a Casado? No. En el mismo momento de la comparecencia de Illa, el pepero, fiel a su mitomanía, estaba lanzando insidias contra el ex-ministro en el programa de Ana Rosa Quintana y exigiendo su renuncia a presentarse a las elecciones –en realidad ha dicho dimisión, pero no se puede dimitir de un cargo que no existe- si se ha vacunado. Todo ello sin presentar prueba alguna, conocimiento alguno –aunque de conocimientos se sabe que el pepero no va sobrado-, sino cayendo en el burdo bulo de los secesionistas. Como ha dicho Illa en el programa citado, si se la hubiese hecho habrían dicho que se saltaba su propio protocolo y que, al fin y al cabo, no es más que producto del nerviosismo de la foto de Colón del secesionismo. Casado, aliándose como si