Debe ser muy complicado ser escribiente en las secciones deportivas de los distintos medios o trabajar para As y Marca si toca cubrir las informaciones del Real Madrid. Tener ese miedo a que un titular, una frase o un análisis no sean bien vistos en la calle Pío XII y mañana mismo se acabe en la calle debe generar una tensión terrible. Cualquiera de los que trabaja en esas secciones y medios habrá terminado su grado con la ilusión de que el periodismo, bien realizado, informa y ayuda la configuración de una buena ciudadanía o una buen competición. Todos conocen que la pasión que existe en algunas secciones hace que lo subjetivo haga vacilar la mente al escribir, pero para eso han sido formados.
Tras el derbi entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, con victoria rojiblanca por 3 a 1, la primera reacción del nacionalmadridismo fue buscar excusas donde fuese. Que si rojas no sacadas. Que si fueras de juego que no existían por la regla Dogso, el penalty anticonstitucional o la prohibición de beber agua. Que si el negreirazo. Un apunte, decir que al Atleti le pueden haber favorecido por las cosas de Negreira es de fanático o mononeuronal pues ha sido el equipo que durante un año no le han pitado un solo penalty a favor. Que si esto o que si lo otro para contentar a un Florentino Pérez que debía estar echando espumarajos por la boca, pues es bien conocido que no hay cosa que más le fastidie que el Atleti le pinte la cara.
Al día siguiente había que escribir más pero todos los árbitros que pululan por los medios habían dicho que Alberola Rojas había estado de diez. Ni un fallo escandaloso. El CTA, que no se ha destacado por ser rojiblanco, difundió lo mismo. Así que Marca y As decidieron hacer periodismo y señalar las equivocaciones de Ancelotti, la falta de ganas de los jugadores, el acierto de Simeone y la carencia de fichajes (especialmente un 9) de calidad. Esa epifanía periodística fue por un breve lapso de tiempo, salvo en algún programa como Gol (que por eso está vetado). Alguna llamada habría para señalar que no se podía ir por ese camino de la verdad.
De ahí que tomasen como buenas las “pruebas” de Real Madrid televisión, un medio para mononeuronales (como era Barça TV) o fanáticos, que es incapaz de ser objetivo. Ni lo pretende. En vez de poner la cara colorada a los bufanderos del canal del equipo blanco, se entregaron a disquisiciones metafísicas sobre los perjuicios. Normal que personajes como José Luis Sánchez, capaz de generar bilis en cantidades industriales, y Tomás Roncero tengan trabajo, son el perfecto ejemplo de periodista que gusta en la propiedad blanca. Pues todos a seguir ese camino y no hablar de la realidad futbolística.
Lo malo es que ayer se supo que la patada fuera de lugar de Bellingham ha provocado una lesión a Ángel Correa que le tendrá quince días de baja. Se cae todo el chiringuito montado para no reconocer que les pintaron la cara. Pero como son capaces de superarse en la ignominia ahora señalan que el Atlético de Madrid haya utilizado la imagen de la entrada (la que ilustra este artículo) para hablar de la lesión. Desde Xusep Pedrerol hasta los diarios habituales se han quejado de la realidad. Si no le llega a entrar no se lesiona (y no vale decir que luego celebró con los compañeros, que todo el mundo sabe que en caliente un esguince de rodilla leve se aguanta y más echándole productos relajantes) que parecen…
Y todo para condicionar los arbitrajes (ya está Marca haciendo el juego: “El Real Madrid no va a parar en su guerra arbitral”) y que les sean favorables siempre. Este año no se habían quejado, pero siempre aprovechan uno de los partidos de inicio de temporada para marcar territorio y que los árbitros acudan condicionados a sus partidos. Todos los años lo hacen así,a comienzos de temporada. Da igual que sus mentes hayan inventado esos malos arbitrajes, en una asamblea de socios, en los medios que controla Pérez o a indicación de Pío XII, siempre salen con la misma táctica. Parecen Pedro Sánchez haciéndose el mártir.
Es todo mentira y parte de una estrategia por eso es complicado ser periodista cubriendo al Real Madrid, porque tienen que hacer propaganda. Aunque también es cierto que, algunos con pocas luces, muchos entran a ese juego de defender el nacionalmadridismo frente a cualquier tipo de evidencia. Parece que garantiza el puesto de trabajo y permite acudir a otros programas y rascar un extra. Eso sí, tiene el hándicap de que te llamen idiota por la calle. Pero Florentino bien vale unas mentiras.
Perfecto y claro !!