Jaime Bayly ha escrito una novela muy entretenida y divertida. Tan divertida que si la realidad no llegó a ser tal y como la cuenta da igual. Todos aquellos que transitan por las páginas del libro no podrán desprenderse de esta ficción no ficticia. El polifacético peruano, amigo durante años de la familia Vargas Llosa, ha tenido la perspicacia de unir las posibles confesiones de los protagonistas (o algunos de ellos) a un incidente que produjo estupor en el mundo cultural: el puñetazo que le propinó Mario Vargas Llosa, sin mediar palabra, a Gabriel García Márquez.
Los genios (Galaxia Gutenberg) es algo más que una novela o un folletín, es la construcción de un mito moderno (seguro que saldrá alguien a apreciar que debería ser postmoderno). Toda obra es un mitologema que reúne hechos reales con aspectos imaginados. Si a ello se le añade la virtud de expresarlo de manera fluida, con enormes cargas de ironía (subterráneamente se puede descubrir un poco de mala leche) y capaz de enganchar al lector, quien ávido pasa y pasa páginas queriendo conocer el desenlace.
¿Qué es verdad y qué es ficción? Tan solo lo saben los protagonistas y el propio autor, porque de primeras, gracias a la pluma de Bayly, es imposible tener alguna certeza sobre esto o aquello que cuenta. Sabemos, porque es público y notorio, que Mario y Gabriel eran muy amigos, tanto como para que el primero llegase a cometer el magnicidio con dios mismo para entronizar al colombiano (recuérdese su obra Historia de un deicidio). Se conoce perfectamente que le pegó un puñetazo al grito de “¡Esto por lo que le hiciste a Patricia!”, del resto poco más sabemos. También es conocido que Vargas Llosa se fue de parranda con una mujer abandonando a esposa e hijos, pero con la fama de putero y mujeriego que tenía tampoco sorprende. El propio autor, salvo la parte donde muestra que el peruano necesitaba una aduladora a su lado, tampoco le da mayor importancia. Y para rematar el esperpento, los cambios de estatus familiar de sus tíos son desternillantes (de tíos a cuñados-tíos y de ahí a suegros-tíos).
Galaxia Gutenberg ha acertado al atreverse a publicar este mito moderno. Si la historia no fue así (no se la vamos a contar para mantener la tensión de acudir a comprar el libro cual Diógenes Lector), poco importa. Es mucho mejor el mito alrededor del incidente del puñetazo. Vargas Llosa queda perfectamente retratado, mucho más que en los laudatorios que le dedican en ciertos medios de comunicación. Que se enemistase con García Márquez; que pudiese haber echado el ojo a Isabel Preysler hace casi cincuenta años; que tuviese en mente escribir La fiesta del Chivo a principios de los setentas del siglo pasado, son solo aderezos de ese mito que no va a poder ser borrado tan sencillamente.
Hace poco el editor Pere Sureda hablaba sobre los libros que no se deberían llevar a la playa/vacaciones, pues Los genios sí que podría y casi debería estar en esas maletas. Divertido, bien escrito y con una sorpresa para finalizar el mismo. ¿Verdad o mentira? Qué más da, el mito de Bayly supera sin lugar a dudas a la realidad.