Colombia, la tierra de Gabriel García Márquez, es un país de migrantes por diferentes causas, desde violencia armada, narcotráfico y la búsqueda de un espacio para un mejor futuro familiar o individual. Según las estadísticas del 2017, Colombia ocupa el primer lugar de la población Latinoamérica en los Estados Unidos y es depositario del archivo de la obra de GGM, adquirido por la Universidad de Texas.

Alguna vez Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, conversaron sobre el significado de ser escritor. Uno de esos diálogos sucedió una mañana primaveral de 1967, en la Universidad Nacional de Ingeniería del Perú, principal centro tecnológico de este país, ahora sorteando los efectos de la corrupción más profunda de su historia y la marginalidad de recursos del Estado para la educación pública.

“¿Para qué crees que sirves tú como escritor?”, preguntó Mario Vargas Llosa. “Tengo la impresión de que empecé a ser escritor cuando me di cuenta de que no servía para nada”, contestó Gabriel García Márquez. ”Ahora, no sé si desgraciada o afortunadamente, creo que es una función subversiva ¿verdad? en el sentido de que no conozco ninguna buena literatura que sirva para exaltar valores establecidos…”, agregó.

Así empezó el diálogo sobre “La novela en América Latina”, durante las mañanas del 5 y 7 de setiembre de 1967, cuando ambos ya eran notables novelistas. Décadas después serían consagrados con el Premio Nobel de Literatura. Gabo en 1982 y Mario en el 2010.

VLL. ¿Esa inconformidad que expande la literatura en el ámbito social puede ser prevista, calculada por el escritor cuando su libro llegue a sus lectores…?

  1. No. Creo que si eso es previsto, que si es deliberada la fuerza, la función deliberada del libro que se está escribiendo, desde ese momento ya el libro es malo. Pero antes quiero establecer esto: cuando aquí decimos escritor, cuando decimos literatura, nos estamos refiriendo a novelistas y a la novela, porque de otro modo podría prestarse a malas interpretaciones… Creo que el escritor siempre está en conflicto con la sociedad…

VLL.¿Qué otros factores serían los preponderantes, qué elementos determinarían la realidad de la obra literaria?

  1. A mí lo único que me interesa en el momento de escribir una historia es si la idea de esa historia pueda gustar al lector y que yo esté totalmente de acuerdo con esa historia… Precisamente estoy preparando la historia de un dictador imaginario que se supone es latinoamericano y tiene 182 años… Lo que quiero en este caso, es expresar que en la inmensa soledad del poder no hay arquetipo mejor que el del dictador latinoamericano que es el gran monstruo mitológico de nuestra historia.

LA SOLEDAD

VLL. Una pregunta más personal… porque al hablar de la soledad yo recordaba que es un tema constante en todos tus libros, inclusive el último se llama, precisamente, “Cien años de soledad”, y es curioso, porque tus libros siempre están muy poblados o son muy populosos…

  1. En realidad no conozco a nadie que en cierta medida no se sienta solo. Este es el significado de la soledad que a mí me interesa. Temo que esto sea metafísico y que sea reaccionario y que parezca todo lo contrario de lo que yo soy, de lo que yo quiero ser en realidad, pero creo que el hombre está completamente solo. Creo que es parte esencial de la naturaleza…

VLL…Quisiera que nos hablaras de este elemento que diríamos cultural, ¿qué lecturas influyeron mayormente en ti cuando escribiste tus libros?

  1. Yo conozco mucho a Vargas Llosa y sé dónde está tratando de llevarme. Quiere que le diga que todo esto viene de la novela de caballería. Y en cierto modo tiene razón. Uno de mis libros favoritos que sigo leyendo es el “Amadis de Gaula” y creo que es uno de los grandes libros que se han escrito en la historia de la humanidad, a pesar de que Mario Vargas Llosa cree que es el “Tirante el Blanco”… Toda esta libertad narrativa desapareció con la novela de caballería, en la que se encontraban cosas tan extraordinarias como la que encontramos ahora en América Latina todos los días. Las relaciones entre la realidad de América Latina y la novela de caballerías son tan grandes…

VLL…Tal vez podrías llegar a hablarnos del realismo en la literatura, cuáles son los límites del realismo y, ante un libro como el tuyo, donde ocurren cosas muy reales, muy verosímiles junto a cosas aparentemente irreales, como esa de la muchacha que sube al cielo en cuerpo y alma, o un hombre que promueve treinta y dos guerras, lo derrotan en todas y sale ileso de ellas… ¿Tú crees que eres un escritor realista, o un escritor fantástico o crees que no se puede hacer esta distinción?

  1. No. No. Yo creo que particularmente en “Cien años de soledad”, soy un escritor realista, porque creo que en América Latina todo es posible, todo es real. Creo que tenemos que trabajar en la investigación del lenguaje y de formas técnicas del relato, a fin de que toda fantástica realidad latinoamericana forme parte de nuestros libros… Asumir nuestra realidad, que es una forma de realidad, puede dar algo nuevo a la literatura universal…

LA EXPLOTACIÓN COLONIAL

VLL. Hay un capítulo en donde yo creo que tú has descrito con gran maestría el problema de la explotación colonial de América Latina. A mí me gustaría que lo explicaras de alguna manera.

  1. La historia de Macondo y las bananeras es totalmente real. Lo que pasa es que hay un raro destino en la realidad latinoamericana, inclusive en casos como el de las bananeras que son dolorosos, tan duros, que tienden, de todas maneras, a convertirse en fantasmas. Con la compañía bananera empezó a llegar a ese pueblo gente de todo el mundo y era muy extraño porque en este pueblito de la costa atlántica de Colombia, hubo un momento en el que se hablaba todos los idiomas. La gente no se entendía entre sí; y había tal prosperidad, es decir, lo que entendían por prosperidad, que se quemaban billetes bailando la cumbia… Los trabajadores que reclamaron pagos en dinero y no en bonos y lo que pasó fue que el Ejército rodeó a los trabajadores en la estación y les dieron cinco minutos para retirarse. No se retiró nadie y los masacraron…

PERIODISMO Y LITERATURA

VLL. ¿Por qué no nos cuentas cómo conciliaste la actividad periodística con la actividad literaria, antes de escribir “Cien años de soledad”? ¿Crees que estas actividades paralelas dificultaban el ejercicio de tu vocación…?

  1. Mira, durante mucho tiempo creí que la ayudaban, pero en realidad todo dificulta al escritor, toda actividad secundaria. Yo no estoy de acuerdo con lo que se decía antes: que el escritor tenía que estar en la miseria para ser mejor escritor. Yo creo de veras que el escritor escribe mucho mejor si tiene sus problemas domésticos y económicos resueltos, y que mientras mejor salud tenga y mejor estén sus hijos y mejor esté su mujer, dentro de los niveles modestos en que nos podemos mover los escritores, siempre escribirán mejor. […]

Pero tú y Cortázar y Fuentes y Carpentier y otros, están demostrando, con veinte años de trabajo, de romperse el cuero, como se dice, que los lectores terminan respondiendo. Estamos tratando de demostrar que en la América Latina los escritores podemos vivir de los lectores, que es la única subvención que podemos aceptar.

GERALD MARTIN , 2014

«No me ha sido fácil sortear las múltiples versiones que García Márquez ha ido sembrando a propósito de todos los momentos determinantes de su vida…», explica el profesor de la Universidad de Pittsburgh, PA.

García Márquez dijo una vez «todo escritor con un mínimo de dignidad debería tener un biógrafo inglés». Ahora él ya tiene el suyo. Por fin, la biografía definitiva y tolerada de una figura fascinante, como persona y como escritor. Una obra extraordinaria fruto de más de dieciocho años de trabajo, en la que desfilan sus amistades políticas y literarias: Castro, González, Clinton, Cortázar, Vargas-Llosa y Carmen Balcells entre muchos otros; y se dibujan sus trayectos vitales: Colombia, París, Barcelona, México. Es una biografía definitiva que ha contado con la colaboración del genial escritor colombiano.

EL PERIODISMO

Gabriel García Márquez, asumió el manejo de la revista Cambio Colombia, luego de una transacción que ascendió a unos tres millones de dólares, aseguró la entonces directora de la publicación, Patricia Lara.

García Márquez, quien asesoraba Cambio, la segunda publicación periodística semanal de Colombia.

«Entrego la criatura y la dejo en buenas manos: las de unos periodistas expertos guiados por nuestro premio Nobel, Gabriel García Márquez, quien con más de 70 años a cuestas, quiere tener una revista», dijo Lara, quien vendió la revista.

García Márquez, un referente de miles de periodistas iberoamericanos, a cincuenta años de esa primera experiencia en una redacción de un periódico, sostenía reflexiones sobre el oficio: «El tiempo y el mismo oficio han demostrado que el sistema nervioso del periodismo circula en realidad en sentido contrario. Doy fe: a los diecinueve años —siendo el peor estudiante de Derecho— empecé mi carrera como redactor de notas editoriales y fui subiendo poco y con mucho trabajo por las escaleras de las diferentes secciones, hasta el máximo nivel de reportero raso»

En el discurso que pronunció ante la 52.ª Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa, el 7 de octubre de 1996, rememoró que «hace unos cincuenta años», los periodistas «andábamos siempre juntos, hacíamos vida común y éramos tan fanáticos del oficio que no hablábamos de nada distinto que del oficio mismo. El trabajo llevaba consigo una amistad de grupo que inclusive dejaba poco margen para la vida privada».

A modo de conclusión y de aviso para los periodistas del próximo milenio, García Márquez escribió: «Creo, en fin, que el periodismo merece no solo una nueva gramática, sino también una nueva pedagogía y una nueva ética del oficio, y visto como lo que es sin reconocimiento oficial: un género literario mayor de edad, como la poesía, el teatro, y tantos otros».

El archivo del autor ganador del Premio Nobel Gabriel García Márquez (1927–2014) está disponible para investigación a partir en el Harry Ransom Center de la Universidad de Texas en Austin, una biblioteca y a la vez museo dedicado a la investigación de las humanidades. «Este archivo fortalece la colección de clase mundial en las humanidades que alberga UT (Universidad de Texas), no solo ofrece oportunidades de investigación a nuestros estudiantes y ciudadanos en Texas, al mismo tiempo atraerá una comunidad internacional de investigadores a Austin,» declara el presidente de UT, Gregory L. Fenves. Más de 75 cajas de documentos conforman el archivo del autor colombiano, periodista, guionista y figura clave en la historia y política de América Latina. Los investigadores tendrán acceso a los borradores manuscritos de trabajos publicados e inéditos, correspondencia, 43 álbumes fotográficos, 22 cuadernos de recortes, material de investigación, cuadernos de notas, recortes de periódicos, guiones para películas, entre otros.

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