El terrorismo atacó de nuevo en Egipto el viernes 24 de noviembre 2017, un día dedicado a la oración musulmana, causando más de 500 víctimas entre muertos y heridos, en Bir El Abed 40 km al oeste de la ciudad El Arish en el Sinaí. Un atentado considerado el más mortífero y cruel en Egipto.
Este análisis propone:
- Comentar una supuesta parcialidad de unos medios de comunicación, sobre el atentado.
- Proporcionar a los lectores la información diferente y objetiva sobre Egipto, un país moderado y líder en el mundo árabe, que actúa positivamente de manera soberana para defenderse de las amenazas internas y externas.
- Concluir con un enfoque sobre las modalidades de cooperación mediterránea contra el terrorismo y la migración ilegal en Europa.
La interpretación anacrónica de los hechos por parte de algunos medios
En el momento en que el mundo está conmocionado por el ataque terrorista en Egipto y todos los países transmiten sus condolencias y empatía al pueblo egipcio; algunos medios de comunicación como «El País Internacional», no han respetado ni las víctimas y ni los días de luto en este país. El corresponsal de El País en Túnez, Ricard González, antiguamente en Cairo, publicó el 24 de noviembre un trabajo no objetivo, diferente de todo lo que ha aparecido en otros medios de información sobre el ataque del Sinaí. El Sr. González, que está siempre analizando a su manera todo lo que está sucediendo en Túnez y en el mundo árabe. Afirmó que la escalada del terrorismo en Egipto se debe al golpe militar que eliminó al ex presidente islamista Mohamed Morsi y tarde o temprano El Sinaí caerá bajo el control de Daesh. Un pronóstico probable pero muy pesimista para Egipto y toda la región, además es inadecuado criticar un pueblo cuando está en luto.
Debe recordarse a los medios, que el Presidente Al Sisi goza de la legitimidad en las instituciones internacionales y que está recibido en todos los países con el honor debido a un líder de un país tan importante como Egipto.
El cambio que descalificó en 2013 los islamistas egipcios y que algunos medios continúan llamándolo un golpe de Estado es un hecho positivo, histórico y sin este acto Egipto estaría hoy en la misma situación que Libia.
En cuanto a las elecciones que llevaron los islamistas al poder en Túnez y Egipto, debe quedar claro de que estos mismos islamistas y la comunidad internacional, han olvidado esta estafa.
Son elecciones que parecen más a una farsa donde la compra de votantes y la amenaza eran una práctica normal. La historia está llena de ejemplos de dictadores, que pasaron a ser jefes de estado mediante elecciones aparentemente legales, como Hitler en 1933, que disolvió el parlamento para convocar elecciones donde ganó su partido nazi por el terror.
Desde 2011, tres eventos importantes han cambiado la situación en Oriente Medio, el primero está relacionado con el cambio decidido en Egipto por el pueblo y el ejército en 2013, un evento que constituye el primer golpe duro contra el Islam radical y violento en la región, el segundo cuando Rusia entró en guerra contra Daesh para apoyar a Siria y Irak y el tercero fue cuando los presidentes: Donald Trump de los Estados Unidos de América y Vladimir Putin de Rusia decidieron detener el masacre en Siria y Libia. De lo contrario, Europa sería invadida hoy por millones de inmigrantes africanos y asiáticos.
Afortunadamente, son sólo algunos medios conocidos por su supuesta parcialidad y los islamistas nostálgicos que continúan a creer en este obsoleto suceso.
Egipto, el último bastión contra la barbarie.
El Sinaí siempre ha sido la parte más vulnerable de Egipto, donde desde 1948 se produjeron varios enfrentamientos militares con el estado vecino Israelí. Este enorme desierto está muy cerca de Jordania y Arabia Saudita por el lado de Akabà y comparte fronteras con Israel y Gaza. La Franja de Gaza que fue tierra de Egipto se ha convertido en una fuente permanente de inseguridad en la región desde que cayó bajo el control del partido islamista palestino Hamas.
El Sinaí, es una península desértica de 60.000 km2, difícil de controlar debido a los recursos limitados de Egipto y frente a la proliferación de bandas terroristas y contrabandistas palestinos, egipcios y otros.
Desde 2011, con la «primavera árabe» la situación se ha vuelto más complicada en todo el territorio Egipcio y especialmente en el Sinaí. Durante el mandato del ex presidente Mohamed Morsi, esta área estaba bajo el control de los contrabandistas, donde todo se vendía, drogas, armas y productos importados de Arabia Saudita y Turquía.
Frente a esta situación en Egipto, a pesar de la amenaza militar inminente no muy lejos de sus costas, el ejército egipcio decidió actuar por sí solo para restaurar la paz y salvar al país de una ruina segura bajo la presidencia de Mohamed Morsi.
En 2013 el nuevo gobierno egipcio descubre el daño dejado por el ex presidente Morsi, una economía inerte, una sociedad desgarrada y sin seguridad.
Y lo que es aún peor, las autoridades revelan documentos que prueban que Morsi acordó anexar el 40% del Sinaí a la Franja de Gaza con la complicidad de los Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita.
En unos meses las autoridades llegan a restaurar la seguridad y el orden en las grandes ciudades salvo en el desierto del Sinaí.
También hay que destacar que el cambio en Egipto ha conmovido los corazones de todos los pueblos árabes atrapados en la trampa islamista.
De hecho, la «primavera árabe» es una denominación creada conjuntamente por los medios de comunicación occidentales y el arquitecto de la “revolución del Jazmín”, el Sr (BHL) Bernard-Henry Lévy, un pseudo filósofo francés y amigo del ex presidente Nicolas Sarkozy.
El daño de la «Primavera Árabe» o “revolución del Jazmín” en el mundo árabe es incalculable y los obstáculos son todavía insuperables.
¡Es Egipto quien salvó in extremis el mundo árabe de esta siniestra “revolución!
Cinco veces citada en el Corán, Egipto es una tierra santa donde las religiones han coexistido durante siglos y un lugar legendario por su río mítico el Nilo. Un país abierto al mundo donde los visitantes descubren, un pueblo chistoso, una tierra maravillosa de cultura antigua y las mejores expresiones musicales, teatrales, cinematográficas, literarias del mundo árabe. Todos los grandes artistas, cineastas, músicos, cantantes y todas las celebridades del mundo árabe son egipcios o provienen de Siria y de Líbano.
Cooperación mediterránea contra el terrorismo y sus consecuencias
Sin la reacción decisiva en Egipto en 2013 contra el gobierno islamista de Mohamed Morsi, la geografía del Oriente Medio y del Magreb estaría hoy diferente. En menos de un año, el Estado Islámico logró expandirse en alrededor del 80% de Siria e Irak. Si el impulso yihadista no ha sido detenido en el momento oportuno, el estado islámico tendría en 2017 un imperio cuyos límites van desde el Atlántico hasta el Golfo Pérsico. Un escenario increíble pero posible, dada la atrocidad y la velocidad con que se extendió la barbarie del Estado Islámico DAESH.
En unos años, el Islam radical se ha desarrollado tan rápidamente como para crear un conflicto tan letal como la Segunda Guerra Mundial.
Un escenario apocalíptico podría haber ocurrido, provocando el éxodo masivo, interminable de migrantes africanos e asiáticos que excedían los cien millones de personas, una situación que puede paralizar Europa.
El viejo continente que en un siglo fue escenario de dos guerras mundiales, varios conflictos internos y la guerra de los Balcanes, no está en su primer conflicto y debería prevenir tales crisis.
El anuncio de una alianza entre religión y violencia es solo un medio ficticio de poner una máscara religiosa en las luchas seculares, el resultado siempre ha sido terrible.
Para la comunidad internacional, la situación es todavía preocupante, porque en cualquier momento los yihadistas podrían actuar incluso contra aquellos que les proporcionan la subsistencia para ellos y sus familias, también son capaces de atacar objetivos sensibles, derribando aviones de pasajeros como fue el caso del avión ruso en 2015, cometer ataques contra lugares turísticos en los países que bordean el Golfo de Akaba y especialmente en Egipto y provocar olas de migrantes.
Para prevenir estos riesgos mayores, la coordinación internacional en los campos de la inteligencia antiterrorista y contra la migración, son más urgentes que nunca.
Antes 2011, la aplicación de los acuerdos de la Unión Europea con algunos países de la ribera sur del Mediterráneo siempre ha sido satisfactoria, limitando de alguna manera la migración hacia Europa.
Hoy en día, aparte de Libia donde no existe un estado, los cuatros países del Magreb, incluido Egipto, continúan luchando con modestos medios para evitar que oleadas diarias de migrantes lleguen a Europa.
La presión migratoria es un desafío común y los países del norte del Mediterráneo deberían actuar juntos, cooperando con los principales países africanos afectados y los países del Magreb.
El 15 de noviembre de 2017, 17.687 migrantes habían ganado España por mar desde el comienzo del año, un total de casi 159.000 llegaron a Europa, según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)
Por el momento España está bajo la presión migratoria y todos los migrantes quieren subir al norte de Europa donde hay más oportunidades de trabajo, pero a nivel de la Unión Europea todavía no se ha tomado medidas efectivas.
Para concluir, los musulmanes «son a menudo las primeras víctimas» del terrorismo islámico, dijo el Ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, después del atentado en la mezquita de Erraoudha en el Sinaí, condenando la «intolerancia y barbarie» de un ataque, que se produjo en plena oración.
El terrorismo hoy en día es una amenaza permanente a gente inocente, una maldición, sin lógica, quien ataca a objetivos confusos, poco convincentes. Es inexplicable el ataque islamista contra musulmanes porque practican costumbres religiosas diferentes y son pretextos extraños que nunca justifican esta barbarie.
¿Deberíamos ser tontos para creer a las falsas coartadas de terroristas o a las interpretaciones mediáticas que tácitamente favorecen a un partido?
Al adoptar una actitud parcial, los periodistas contribuyen activamente a la guerra de uno de los protagonistas contra el otro. Mientras que Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, Canadá y otros países están listos para aplicar medidas contra aquellos que financian grupos terroristas.
En cuanto a la cooperación mediterránea y a los acuerdos sobre la migración clandestina, nada está hecho aún.