Según distintas fuentes cercanas a Duro Felguera consultadas por Diario16, la sorprendente salida de Juan José Nieto del Gabinete de Reestructuración Financiera de Duro Felguera no tiene otra justificación más que la imposición por parte del Santander de una serie de condiciones que un hombre con el prestigio y la profesionalidad del presidente ejecutivo de la empresa NK5 no podía aceptar. Según esas mismas fuentes, Nieto presentó un plan de reestructuración para Duro Felguera que no se basaba sólo en la destrucción masiva de empleos, algo en lo que son especialistas —como confirman sus trayectorias— tanto el actual presidente, Acacio Rodríguez, como el director general del Santander, Francisco Javier García-Carranza Benjumea, quien se ha mostrado siempre como un «enemigo» de la clase trabajadora. Los 20.000 empleos de Abengoa, el plan de reestructuración de la plantilla del Popular, que destruirá más de 7.000 empleos o la situación en la que dejó Isolux son una muestra de ello. Pero esta trayectoria de García-Carranza será algo en lo que Diario16 se centrará próximamente. Además, Nieto presentó una estrategia basada en la reestructuración de la deuda de Duro Felguera a través de acciones de cobro de las deudas que países como Venezuela, Argentina, India o Australia mantienen con la epecista asturiana y que resolvería la situación con la banca acreedora.
Por otro lado, según las fuentes consultadas, ha habido discrepancias por la función a desempeñar en el Gabinete por parte de Juan José Nieto entre éste y Acacio Rodríguez y el director financiero de Duro Felguera José Carlos Cuevas, algo muy lógico porque estos dos últimos son hombres de Miguel Zorita quien, desde fuera de la compañía, continúa trabajando para García-Carranza.
El Santander no podía permitir que se ejecutara dicho plan porque entonces perdería los beneficios rápidos que su plan le reportaría a la entidad cántabra, una estrategia que pasa por asumir el control absoluto de la empresa asturiana para absorber los activos tecnológicos de Duro Felguera como propios y, de este modo, camuflar las pérdidas y los malos resultados que la entidad cántabra está logrando como banco comercial.
En otro orden de cosas, Juan José Nieto habría tenido conocimiento de los manejos que se aplicaron en la operación de Venezuela, una operación que, tal y como afirmó Diario16, se inició a través de los contactos y la amistad del actual presidente con la esposa del ex ministro venezolano Rafael Ramírez, un hombre que está investigado por el FBI o la DEA, y que fue uno de los antiguos dirigentes chavistas que se enriqueció gracias a actitudes corruptas. Esa operación, de la que aún queda una cantidad indeterminada por cobrar, fue, además, por la que se pagó al ahora encarcelado y reclamado por Estados Unidos, Nervis Villalobos, cobró una comisión, en principio de un 5%, pero que aún hay una cantidad de dinero de la que no se sabe cuál fue su destino.
La realidad es que se contrató al señor Nieto para, en principio, presentar un plan de reestructuración de la empresa pero que, realmente, no buscaban otra cosa que aprovecharse del prestigio de este empresario para que avalara los manejos del Santander y de todos los que, al parecer, están trabajando más para satisfacer los intereses del banco que para arreglar los problemas de Duro Felguera. La sola presencia de Juan José Nieto tranquilizó a los más de 2.000 trabajadores, más los de las empresas proveedoras de Duro. Sin embargo, esta era una de las intenciones del Santander: tranquilizar a los trabajadores para que no hubiese movilizaciones mientras se intentaba ganar tiempo para situar y manejar a Duro Felguera para colocar a la epecista como «valor del Santander». Nieto se dio cuenta de que estas intenciones eran las mismas que se usaron en Banco Popular o Abengoa y no ha querido ser partícipe de ello. Esta es otra de las razones por las que se ha marchado.
Movimientos como estos son los que están generando una gran inquietud entre la plantilla de Duro Felguera. Son muchos los que ya han decidido dejar la empresa para marcharse a su principal competidora: el Grupo TSK, quien, hace años, formaba parte del accionariado de Duro Felguera.
Esta es una de las cuestiones que más sorprenden, la inactividad de TSK a la hora de plantear ofertas reales sobre Duro Felguera que le habrían posibilitado una ampliación importante de su cartera de negocio, además de quitarse a un competidor directo. Según fuentes empresariales consultadas en el Principado, nos confirman que existe cierta rivalidad entre las familias que son las máximas accionistas de las dos empresas.
Los trabajadores de Duro Felguera no pueden estar tranquilos. Ha llegado el momento en que comiencen a realizar movilizaciones serias para, en primer lugar, luchar por sus puestos de trabajo; en segundo lugar, para presionar de manera seria al propio Gobierno del Principado para que salga del letargo y del desamparo en que están dejando a los trabajadores de una de las principales empresas de Asturias; en tercer lugar, el Comité de Empresa de Duro Felguera debería dirigir sus movilizaciones también hacia el verdadero culpable de la situación, ya sea en sus oficinas centrales, ya sea en las sucursales.
El Principado de Asturias no puede permitirse que se pierdan, en primer lugar, más de 2.000 empleos y, en segundo lugar, a una de sus empresas insignia. Aunque no lo parezca, aún hay tiempo para frenar a un banco que ya propició la quiebra de un país. Hace falta voluntad y que el Gobierno del Principado no permanezca en la dinámica de pensar que salvar al Banco de Santander es una cuestión de Estado.