“Aquellos que nos han gobernado durante 20 años dejan pequeña cualquier serie sobre la mafia”. Así de contundente se ha mostrado José Manuel Franco al dirigirse a los miembros del Comité Regional del PSOE madrileño. Un comité que ha sido tranquilo, donde las discrepancias no han aparecido por ningún lado (tanto como para extrañar a propios y extraños que han vivido otras épocas del socialismo madrileño), y donde se ha aprobado todo lo que se presentaba sin oposición alguna. Incluso pocas han sido las intervenciones para lo que suelen ser los cónclaves madrileños, 27 nada más. “Veremos cuando haya que establecer y votar las listas” ha reconocido con sorna un alto dignatario socialista.
Por todo ello, las miradas se centraban en el discurso del secretario general y los rumores que siempre corren cuando se acercan los períodos electorales. Como ha afirmado Antonio Carmona: “Hoy hemos venido a confirmar la Unidad con el secretario general”. Todos los focos, por tanto, se centraban en Franco y, a decir de los allí reunidos, no ha defraudado. Ha hecho un discurso mitad dedicado a la militancia, a la que ha querido agradecer ese apoyo tan unánime que le muestran y a la que espera responder con trabajo, mitad dirigido a la ciudadanía. No es tiempo de hablar del PSOE hacia dentro ha venido a decir el dirigente socialista, sino de trabajar (“como se viene haciendo” ha acotado) en beneficio de las personas. Como se ha hecho con el grave problema de las Cercanías, o como se hace con el “estado lamentable” de los centros hospitalarios.
Y ¿quién tiene la culpa? En primer lugar, el Partido Popular que es el partido que gobierna. Un gobierno, tanto el de Sol como el de Moncloa, que se encuentra paralizado porque está “lastrado y secuestrado por la corrupción”. Un gobierno que ganó las elecciones porque ha concurrido dopado y “eso no es democrático”. Un gobierno que sigue en el poder porque, y aquí ya se ha desmelenado dialécticamente, tiene como “colaboradores necesarios” a Ciudadanos.
Franco ha abandonado la templanza, que caracterizan sus intervenciones, para subir el tono con la formación naranja. Algo que han recibido con alborozo los representantes socialistas. No pueden los dirigentes de la formación populista naranja “silbar como si la cosa no fuese con ellos”, en clara referencia al apoyo constante que hacen al PP. Cuando, recordaba Franco, hay que votar una ley fundamental, o los presupuestos, o hay que poner en un brete con la corrupción al Gobierno de Cristina Cifuentes, siempre se ponen del lado de la derecha azul. “Nadie sabe lo que piensan y no sabemos, cuando sale algo, si va a durar una semana, un mes o un día” ha señalado el diputado en la Asamblea respecto a la posición de Ciudadanos y los temas políticos. El cuñadismo ideológico que ya se comentó en estas mismas páginas.
Lo que sí ha querido dejar claro Franco es que defiendan lo que defiendan en la formación naranja “su proyecto no pasará por la defensa de lo público”. Son un proyecto claramente neoliberal, del sistema, con el apoyo del establishment y algunos medios de comunicación, como reconocían a la entrada dirigentes socialistas. A ello hay que añadir, además, “que mienten descaradamente”, que no son más junto al PP que las “dos versiones de la derecha”. Como mentiras son la buena gestión que decían que hacían en Valdemoro. Antes de entrar al Comité Regional, hemos podido conocer que Guillermo Gross (que ha abandonado el acta de concejal en Valdemoro porque “debe ser que en la oposición se vive mal”, como nos han dicho maliciosamente) ha dejado un pufo de ocho millones de euros escondidos en OPAs (pagos pendientes).
Para Podemos también ha tenido Franco un recuerdo, menor por la buena relación institucional existente entre él y Ramón Espinar, a los que ha recordado que en el “asalto a los cielos se han olvidado de los problemas de la Tierra”. Porque no es partidario del ataque salvaje y desgarrador entre las formaciones de izquierdas, más allá del debate de las diferencias entre ambos partidos, ya que el peligro es de color azul y naranja. El peligro está en las derechas y su apoyo al capitalismo más salvaje y menos humano que se recuerda en la historia de España. Y por ello ha conminado a la militancia a prepararse para ganar las elecciones, “que se note que vamos a ganar”, que quede claro que “el centro de la izquierda es el PSOE”. En clara referencia a ese juego demagógico-populista que utiliza Ciudadanos para rascar votos en todos los caladeros electorales.
Rumores de candidatos.
En la última semana, en chats y charlas informales han ido saliendo a la palestra diferentes nombres para representar al PSOE en la candidatura al Ayuntamiento, pues parece que desde Buen Suceso y Ferraz se impondrá a Ángel Gabilondo como candidato a la Comunidad (salvo que él se niegue). Uno de ellos afirmaba que la concejala Mar Espinar estaría dispuesta a participar en la disputa de las primarias, pues contaba con el apoyo de Carmona. Y nada mejor que preguntar al propio concejal, que ha contestado que en ningún momento él ha estado en algo así, es más cree que la propia Mar lo ha pensado.
También se ha rumoreado que Juan Segovia se postularía. Algo que han negado fuentes cercanas a su persona, aunque han reconocido que si el partido se lo pidiese no vería problema. Pero que no está en su cabeza esa posibilidad. Por lo tanto, sólo cabía preguntar al propio Franco, quien ha reconocido que para el Ayuntamiento de Madrid “habrá candidatos a la altura de las circunstancias” sin desvelar más porque, como reconocen fuentes internas, aún no hay una decisión tomada al respecto. Se están valorando diversas opciones y perfiles pero, salvo sorpresa, nada se ha trabajado en ese sentido porque aún hay tiempo ya que las primarias se prevén en otoño.