La Escuela de Buen Gobierno del PSOE se inauguró ayer con la charla inicial del último presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, pero el clima político no parece el más propicio para obtener la repercusión mediática que se pretendía en un principio. Con el dilema encima de la mesa, bien resuelto ética y jurídicamente por la izquierda española, de la prisión permanente revisable, no parece que la atención se vaya a centrar en lo que suceda en el barrio madrileño de Villaverde. La utilización, una vez más, de las tripas por parte de la derecha española (otrora el PP y hoy se suma Ciudadanos) frente a cuestiones que deben debatirse en frío, con racionalidad y sentido común, seguramente enmarañe el cónclave socialista. Lo vómitos que expele Rafael Hernando cada vez que habla seguramente lleguen a la Nave de Boetticher.
Además, el sábado es el día grande de las movilizaciones de los y las pensionistas en toda España para reclamar lo que es justo respecto al sistema de pensiones español. Seguramente se sumarán, esta vez, numerosas personas como sucedió el día 8 de marzo, y estas acciones coparan los medios de comunicación con proclamas tanto a favor como en contra. Por tanto, del PSOE poco se hablará y eso que propuso una agresiva solución no hace muchas semanas. Quedará el domingo para el fin de fiesta en el que estará el secretario general. Con lo que el resto de las jornadas quedarán difuminadas. Lo que, con buena lógica, se pretendía como fin de semana estrella del PSOE, aunque fuese para darse autobombo, queda en el margen mediático por mor de lo contingente. De una actualidad que parece no tener piedad con los socialistas.
Sinceramente hay motivos para comenzar a sospechar que Pedro Sánchez tiene un gafe dentro o es él quien está gafado. Ganó unas primarias con un importante apoyo del 49% de los que votaron en las primarias (no vayan tan rápido que se cuentan los votos en blanco y baja el porcentaje de afectos al ganador), algo que supuso comenzar a despegar en las encuestas. El supuesto giro a la izquierda que estaba protagonizando con un “nuevo” proyecto para España que no era la corrupción del PP, ni el populismo de Podemos, ni el cuñadismo de Ciudadanos, estaba en los medios. Tampoco con una extensión enorme, pero estaba. Lo plurinacional, la reforma constitucional, etcétera. Y, como se venía cocinando, estalla el conflicto catalán, el PSOE apoya la aplicación del artículo 155 y el día a día acaba arrollándole. Adiós a lo plurinacional y la reforma federal. No han vuelto a tocar el tema en la Ejecutiva federal, aunque sí está siendo solicitado por algún barón como Ximo Puig. El golpe en forma de derrota electoral dolió.
Sánchez, en una de sus múltiples desapariciones, dejó pasar las Navidades en calma y cuando volvía con el giro a la izquierda, José Antonio Pérez Tapias decide abandonar el PSOE con todo el ruido mediático que generó esta salida. Dejaba sin lugar a dudas un halo de duda la salida del profesor de Filosofía, pero el PSOE siempre ha podido con estas situaciones. Además, Sánchez y su equipo tenían preparadas las Asambleas Abiertas que les ayudarían a conectar con las personas. Y justo las lanzan con el tema de las pensiones en el momento en que el conflicto catalán está en portada todos los días con Puigdemont en Bruselas renunciando, con políticos presos que quieren presidir la Generalitat y con Ciudadanos y PP queriendo sacar tajada de todo ello. Y justo cuando se relaja el tema catalán, deciden los jubilados por su cuenta y riesgo poner el país patas arriba con sus movilizaciones. Las cuales pillan al PSOE con unas asambleas abiertas totalmente anodinas y sin presencia mediática. Gafe, aquí hay gafe.
Y la revuelta de las mujeres les esperaba a la vuelta de la esquina. Aunque en este tema el PSOE no tiene rival realmente porque todo lo bueno que se ha legislado en el sentido de la igualdad ha sido parido por el PSOE. Pero no deja de ser menos cierto que el poder mediático del establishment se ha volcado en Podemos y el feminismo más radical para dejar mal al movimiento feminista y dañar a los partidos de izquierdas. Cuestión bien distinta es que no lo hayan conseguido y tuviesen que mandar corriendo a “pancartear” a las chicas de Ciudadanos. Sí esas mismas que decían que la huelga era ideológica y mala por eso. Esas mismas acudieron a intentar hacer cuñadismo y salieron esquilmadas y tachadas de esquirolas con toda la razón del mundo. Un triunfo de las mujeres y su lucha que no pueden (ni deben) apuntarse PSOE, ni Podemos, aunque sean coparticipes de muchas acciones igualitarias.
Al gafe, además, hay que añadirle que el establishment ha decidido que el PSOE no es de los suyos hasta que Sánchez entregue las armas y se pliegue a los deseos del bloque en el poder, esto es, de la burguesía financiera y empresarial española y extranjera. El juego contra el PSOE que vienen haciendo los medios de comunicación, con especial dolor para los socialistas desde El País, comienza a ser muy patente. Pero no debe Sánchez tampoco autocomplacerse con esto y decir que las encuestas están manipuladas, porque las tendencias son las tendencias. Y como tales se pueden revertir y ahí es donde interviene el gafe. Si el PSOE decide A, no falta la portavoz en el Congreso para decir B. También los medios buscan muchas veces quien diga C, pero eso es habitual. Aunque en estos casos más que gafe habría que hablar de desconexión, o de mal trabajo de equipo. Pero la verdad es que siempre pasa algo.
Y para evitar ese gafe parece que han hecho la escuela de buen gobierno que tiene lugar estos días. Han decidido que para mostrar que son de izquierdas hay que llevar a personajes mediáticos, hablar de ajedrez, de ética y liderazgo político, etcétera. Cuando de esos personajes tan mediáticos ninguno destaca a nivel nacional o internacional como pensador o pensadora crítica. Es más, en algunas mesas han metido a los mismos que les insultan en los medios o las ondas a enseñar que bonito es gobernar y más si es el PSOE. O es incapacidad, o es que el gafe es muy potente. Por ejemplo, hay una mesa sobre ética pública y liderazgo donde intervienen gentes del mundo de la ética, pero ninguno del mundo del liderazgo político. Y eso que los dos máximos conocedores de la materia, con publicaciones en revistas extranjeras y demás, son cercanos al PSOE. Lo dicho gafe.
Veremos cómo se desarrolla el cónclave y que la actualidad no pase por encima del PSOE por cualquier otra circunstancia. Pero la reunión, que ha sido una decisión personal del secretario general como ha dicho José Luis Ábalos, no comienza con el mejor pie. Buena idea, sin duda, que ha desperdiciado la posibilidad de haber mostrado el pensamiento crítico del ámbito socialista. No sólo el social-liberalismo de muchos de los ponentes. Aunque la verdad, es que muchos y muchas de los que acuden a las charlas van a dejarse ver y que les vean. A “pasillear” más que a aprender, que la elaboración de listas se acerca cada vez más. Pero Sánchez debería buscar al gafe que le persigue.