Cómo estará el gobierno de M. Rajoy para que la derecha populista de Ciudadanos tenga que estar haciendo el juego sucio de laminar la moral al PSOE. Sin duda es claro ya que el gobierno de la corrupción financiera es incapaz hasta de hacer lo que mejor ha hecho toda su vida, servir a los intereses de los poderosos y utilizar la demagogia y la conspiración contra la izquierda. Ahora los movimientos conspirativos se utilizan hacia el interior del partido para laminar a los o las posibles candidatas a suceder al presidente más nefasto de la historia de España, incluso más que el almirante Aznar.
Además, la situación sigue la lógica que se ha venido manteniendo desde el establishment contra el PSOE. Un medio de comunicación (o el CIS) saca su sondeo particular (en este caso El Mundo), donde siguiendo la lógica de los últimos tiempos, el PSOE no sale bien parado, aunque se aumenta en el titular el ataque a los socialdemócratas. Y justo en ese preciso momento, no en otro, sino en ese, aparece un dirigente de Ciudadanos para ofrecer su opinión sobre la actualidad política y lanzar una diatriba contra el PSOE. En esta ocasión le ha tocado el turno a Miguel Gutiérrez, muy conocido por el lobby de las armas y la seguridad privada, y el tema han sido los Presupuestos Generales del Estado.
El dirigente de la derecha populista ha manifestado que “se puede trabajar por la estabilidad de España negociando los Presupuestos como ha hecho Ciudadanos”, mientras Pedro Sánchez sigue en el “No es No” perjudicando, se entiende indirectamente, a España. Ahí lo deja caer para a continuación reforzar el ataque preventivo al animar a los socialdemócratas “a que cambien el discurso, se abstengan y permitan que las cuentas del Estado avancen y España siga en la senda de la recuperación”. La bomba de racimo está lanzada, el PSOE se debe abstener porque así lo establece el establishment. Y esa matraca va a ser persistente durante un tiempo.
No les importa utilizar un constructo, una invención electoralista, la “clase media trabajadora” como el sujeto que se vería afectado por la negativa del PSOE. Esto es, Pedro Sánchez estaría perjudicando a sus propios votantes objetivos. Porque, además, gracias a Ciudadanos, viene a decir, las cosas cambian “para garantizar mejoras a todos los españoles, una bajada de impuestos, una semana más de permiso de paternidad o una subida de pensiones por encima de lo que le Gobierno planteaba inicialmente”. Propuestas mediáticas que no significan nada en términos objetivos para el beneficio de la clase trabajadora, pero que sirven de percutor en las entrañas de la socialdemocracia patria para que se avenga a abstenerse. Porque estas vez no está claro que PNV vaya a hacerlo (también hay su ataque a los nacionalistas chupasangre).
El montaje ya está configurado para que el PSOE tenga que abstenerse, y no sólo con el diputado de Nueva Canaria, Pedro Quevedo, sino con todo el grupo parlamentario. Ya nos comentó antes del período festivo Irene Montero que en Podemos no se iban a tragar más eso de que era Nueva Canaria y no el PSOE quien se abstenía, que iban a estar muy atentos a que no hiciesen trampas en la partida. Pero en esta ocasión el establishment quiere que el PSOE se pliegue y se abstenga completamente porque no está garantizado el apoyo de nacionalistas. Y Gutiérrez no se anda con miramientos en ocultarlo: “el viejo bipartidismo ha negociado siempre con los partidos nacionalistas, un hecho que ha llevado a España a esta situación”. Por tanto, un PSOE muleta de Ciudadanos y el PP, la derecha vamos.
Y para ello, no tardarán en salir durante las próximas semanas artículos de opinión, editoriales y titulares que indiquen esa preferencia del establishment. Esa sumisión de Sánchez y su equipo en los PGE. Por ello venderán “todas las maravillas” que contienen, gracias a Ciudadanos obviamente (para eso es el partido populista del establishment español), frente a las malas propuestas del PSOE. Por ello utilizarán a algún barón o baronesa que diga que los presupuestos son necesarios para que su región de un paso adelante en la recuperación, que si hay presupuestos habrá conferencia de presidentes autonómicos para cambiar la financiación. Por ello presionaran todo lo que puedan al PSOE, incluso potenciando algún caso de corrupción que no sea (total ya lo han hecho con Cifuentes, por ejemplo). Ahora bien, ¿se rendirá el PSOE?
Es de esperar que no se plieguen a esta presión porque les va la vida (política) en ello. Si ya las encuestas no son buenas, absteniéndose caerían hasta el nivel de la Izquierda Unida pre-Alberto Garzón. Lo suyo es que salgan todos los dirigentes a explicar la mentira de los PGE que ha firmado la derecha española. Que es mentira que la clase trabajadora se vea beneficiada, que sigue el capitalismo de amiguetes que vacía las arcas públicas, que quieren convertir a los niños y las niñas en empresarios y/o seres inhumanos (José Andrés Torres Mora lo ha explicado magníficamente), que el gobierno está vendido al poder financiero, como en el caso del banco Popular, que estos presupuestos no suponen un beneficio para nadie salvo para que la acumulación capitalista siga a costa de los más débiles. Vamos, que los PGE sólo sirven a la derecha y el establishment. Pero la presión va a ser durísima.