CIFUENTES PRESIDE LA REUNIÓN DEL CONSEJO DE GOBIERNO La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, preside la reunión del Consejo de Gobierno. Foto. D. Sinova

No es de extrañar que la derecha política encuentre puntos de conexión y de unión, resulta más extraño que lo hagan en casos de sospechosa falta ética o de corrupción. Que trabajen en favor del establishment es normal, pero que Ciudadanos trabajar en favor del PP cuando se cansan de decir que vienen a regenerar la política española es sorprendente, como ha recordado esta semana Ramón Espinar en diversas ocasiones. Por ello sorprende el pacto o acuerdo tácito entre PP y Ciudadanos en Madrid para  hundir y deslegitimar la moción de censura del PSOE con Ángel Gabilondo como candidato.

Que Ciudadanos no quiere un gobierno de izquierdas es palpable por sus declaraciones y mantenerse en la senda de una Comisión de Investigación que no se llevará a cabo, como ya se ha comentado en estas páginas. Por ello necesita coaligarse al PP de Cristina Cifuentes, que necesita cualquier clavo al que agarrarse, para evitar hundirse frente a una actuación que deja claro que en la formación naranja carecen de cualquier sentido ético de la política. Es más, hasta se ha publicado que Albert Rivera ha pedido realizar una encuesta para saber qué hacer en el caso Máster. La ética vendida a la estética y a la captura de votos. Una “democracia demoscópica” que intentarán vendernos como producto de la voluntad general de Jean Jacques Rousseau.

Ignacio Aguado haciendo cuñadismo

El jueves, justo después de conocerse que una profesora decía que no había firmado el acta del examen del Trabajo Fin de Máster (TFM), se produjo una curiosa imagen. Una imagen que explica mucho de las estrategias que vienen desarrollando el PP y Ciudadanos en toda esta situación. En el patio entre los edificios de Grupos Político y Asamblea se reunieron Ángel Garrido, número dos del PP, y César Zafra, número dos de Ciudadanos, para realizar una charlar durante unos breves momentos. Muy pocos para acordar cualquier estrategia, pero los suficientes para acordar que no se podía permitir gobernar a la izquierda en Madrid. O para acordar llamarse. Porque negociar algo del gobierno no era posible ya que el Pleno ya estaba finalizando. Cerrar la creación de una Comisión de Investigación, la cual apoyaría, como así ha hecho, el PP para dejar mal a los otros partidos. No vaya a ser que por una pelea tonta dejen el camino libre a aquellos que no están al servicio del establishment.

Dicho y hecho. A los pocos minutos de exigir Aguado al PP que aceptase la creación de la Comisión, el PP respondía que por supuesto, siempre y cuando fuese legal la misma. En cuanto llegaron a Sevilla, tanto Cifuentes como Garrido afirmaron estar de acuerdo con la Comisión porque estaban muy interesados en conocer la verdad. Sabiendo que la comisión no podría salir adelante. Pero, en esta ocasión, no les iban a pillar con el paso cambiado porque lo que interesa a la derecha es conservar el poder en Madrid. O aspirar a conquistarlo en el caso de los populistas naranjas. Gracias a ese apoyo a la Comisión podrían atacar al PSOE y a Podemos, es decir, a la izquierda haciendo ver que no quieren saber la verdad. Ayer mismo Aguado, al que toca hacer el papel de tonto útil, ya lanzó la primera piedra: “Si PSOE y Podemos ya no necesitan más explicaciones de lo que pasó, es que están más preocupados por el sillón que en averiguar la verdad de lo que ha sucedido”. ¿Qué verdad? Habría que preguntarle a Aguado, porque si hubiese Comisión no habría más documentación y testimonios que lo que ha salido en prensa. Nada más ya que no se puede pedir lo que se desconoce, ni citar a declarar a quien no se ha nombrado. Y por mucho que se acicale la nueva y recuperada melena que atesora el portavoz de Ciudadanos, nadie les puede obligar a decir nada que no hayan dicho ya. Al menos que quieran perder su puesto de trabajo.

Cifuentes tras enterarse del resultado del derbi madrileño

En esa misma tónica se muestran en el PP, pero dando un paso más, al pedir que sea el PSOE quien demuestre la trama que ha montado para atacar a Cifuentes. Vamos los pájaros tirándose a las escopetas o distraer la atención. Algo que no van a conseguir con todos los medios de comunicación. Igual las conversaciones con algunos medios para que no saquen cierta documentación que tendrían en su poder, o pedir árnica a otros más amigos, todo ello con quién sabe qué promesas futuras, pueden acallar o desviar el tiro, pero no ocultar la verdad de las palabras del propio Rector de la Universidad juan Carlos I que ya dijo que ni acta, ni TFM, ni registro digital existen.

Al fin y al cabo, no deja de ser una estrategia concertada con Ciudadanos por parte del PP para dinamitar la moción de censura del PSOE y el apoyo de Podemos. Quieren abrir una batalla de la lucha de clases mediante mentiras y artificios que saben falsos, pero que pretenden que se extiendan en la población para que la moción de censura pueda parecer poco ética. Justo en un momento en que la ética es lo que está a punto de caer en manos de los ciudadanos implacables de la derecha español, quieren hacer ver que los que no tienen ética son precisamente las personas decentes y los partidos de izquierdas.

Porque entre Ciudadanos y el PP hay un acuerdo del tipo, “vamos a impedir que la izquierda nos deje en mal lugar con algo que, realmente, ha sobrepasado las estimaciones que teníamos, y luego ya volvemos a nuestras peleas”. Una especie de armisticio, propiciado por el establishment, en la derecha española ante un ataque decente de la izquierda. Ahora, cuando ambos acepten la Comisión, continuarán los ataques contra el PSOE (dan por excluido a Podemos) diciendo que no quieren saber la verdad, que sólo les preocupa el poder (¡Tiene narices!), que se han vuelto populistas (dicho por los populistas naranjas del establishment), y demás males desde Ciudadanos. Y desde el PP, dentro de esa estrategia pactada, que lo del caso Máster, pese a lo dicho por profesoras y rector, es todo una trama creada por el PSOE para acabar con Cifuentes. De hecho, ya han lanzado en sus medios más afines, un artículo ciertamente inconcebible y con tufo a prefabricado.

Si hace falta recurrir a la vía murciana y que Cifuentes dimita, pues Ciudadanos lo hará hasta el último segundo, lo malo es que poco más puede salir respecto al caso Máster, y la moción se presentará y Ciudadanos quedará como un partido que apoya la corrupción si es de derechas o proviene del establishment que les financia y apoya.

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