La dirección de Ferraz ha decidido paralizar 321 afiliaciones por considerarlas “sospechosas”, aunque la excusa de los órganos federales ha sido “por diversos motivos”. Como se recordará antes del comienzo de las primarias en Almería, se produjeron 773 nuevas afiliaciones. 659 peticiones de nueva afiliación como militante y 114 peticiones de traslado, dentro de las cuales se encontraban “78 solicitudes de afiliación directa que se han ido produciendo entre marzo y abril”. Un escándalo que pasó a los principales medios de comunicación de España. Una sospecha que apuntaba a un intento de “sanchistas” y “susanistas” por vencer en las primarias para la capital almeriense.
Por estos motivos, desde los órganos federales han decidido que “una vez habiendo resueltas las diferentes incidencias encontradas en los procesos de afiliación, como es habitual, exclusivamente se ha permitido la inclusión en el censo oficial válido de aquellas personas que cumplen los requisitos para su afiliación establecidos en el artículo 6 de nuestros Estatutos Federales y lo dispuesto en el Reglamento Federal de Desarrollo”.
Lo que esto significa es que la celebración de las primarias almerienses ya tienen el visto bueno de la Ejecutiva Federal y, por tanto, el PSOE de Andalucía puede convocarlas como le corresponde. “Con las máximas garantías estatutarias, la celebración de las elecciones primarias para la elección del candidato o candidata del PSOE a la alcaldía de la ciudad de Almería que se desarrollarán el 17 de junio”, afirman en el comunicado enviado a los distintos medios de comunicación.
Sin embargo, la situación no se da por cerrada, pues “ante el posible deterioro que se ha podido inferir a la imagen del PSOE de la ciudad de Almería y sus órganos directivos locales, la dirección Federal del PSOE, a petición de los representantes de la agrupación local de Almería, abre una comisión de investigación para analizar lo ocurrido en todo el proceso y depurar las responsabilidades oportunas”. Lo que puede deparar sorpresas a futuro. Ahora, los candidatos socialdemócratas ya pueden disputar y lanzarse los cuchillos como vienen haciendo en las últimas fechas.