El Senado ha aprobado ayer, 18 de junio, la admisión a trámite de una Proposición de Ley de Unidos Podemos – En Comú Podem – En Marea en materia de concesión de la nacionalidad española a los descendientes nacidos en el extranjero de progenitores españoles con los votos a favor de todos los grupos parlamentarios.
Esta iniciativa parlamentaria se ha elaborado de manera conjunta con el Centro de Descendientes de Españoles Unidos (Ce.DEU), una agrupación que lleva años denunciando las carencias de la disposición séptima de la Ley de Memoria Histórica que regula esta cuestión y exigiendo una legislación acorde con la situación de muchos de los descendientes de emigrados. Además, la federación de Izquierda Unida en el Exterior, a través de su coordinador Eduardo Velázquez, ha estado presente durante todo el proceso defendiendo la Proposición de Ley como una “necesidad social” y una “cuestión de justicia”.
Concretamente, el objetivo de esta ley es el de reparar situaciones injustas o asimétricas surgidas por la falta de reconocimiento de la nacionalidad en algunos casos específicos de descendientes de españoles y españolas.
Estos vacíos legislativos provocan situaciones como el de familias de padres españoles en los que algunos descendientes sí y otros no tienen la nacionalidad en función de si eran o no mayores de edad cuando entró en vigor la disposición séptima; o excepciones como el de los nietos de españolas casadas con un no español antes de la entrada en vigor de la Constitución de 1978, fecha hasta la que no se pudo transmitir la nacionalidad.
Además, también quedan fuera de este marco normativo los nietos y nietas de las personas emigradas por causas económicas que obtuvieron la nacionalidad del país de acogida y perdieron la española antes del nacimiento de su hijo o hija y los nietos y nietas de españoles que tenían la nacionalidad pero la perdieron por no ratificar su deseo de conservarla al cumplir su mayoría de edad. Algunos de ellos pudieron recuperar su nacionalidad y otros no debido a la falta de una instrucción específica para este supuesto en particular que dejó esa posibilidad a la interpretación de cada registro consular.
Para Sara Vilà, la senadora que ha impulsado esta iniciativa legal, “por coherencia esta Cámara debe reconocer la nacionalidad a aquellos que, por lagunas jurídicas propias de nuestra legislación, se vieron privadas de su nacionalidad, que sienten propia y que sin duda les pertenece”. La senadora Vilà ha terminado su intervención en pleno asegurando que esta es “una cuestión que trasciende partidismos e ideologías, y que es de justicia, de razón, y que, a su vez, nos acerca a otras legislaciones europeas”.