Con motivo de la comparecencia en el día de hoy de Emilio Saracho reproducimos algunos de los testimonios que hemos recibido a través de nuestros canales para que nuestros lectores, afectados o no afectados del Banco Popular, comprueben las consecuencias de la gestión del ex presidente que llevó a la intervención a la sexta entidad financiera de España.
«La mañana del “robo”, cuando escuché la noticia de la venta por 1 euro me di cuenta de que había perdido buena parte de los ahorros de mi familia. Me sentí indignado conmigo mismo por lo torpe y estúpido que había sido al hacer la inversión de mis ahorros. ¿Con qué cara le iba a decir a mi mujer que se habían esfumado nuestros ahorros?
Me empecé a hacer preguntas sin respuesta y la cabeza me iba a reventar, esa misma noche casi no pude pegar ojo.
Conforme ha pasado el tiempo, y gracias a Diario16, esa misma rabia hacia mi «idiotez» se ha convertido en ilusión por recuperar lo expoliado ya que se empiezan a ver sentencias favorables hacia los afectados.
También me he dado cuenta de que nunca podía tomar la decisión correcta en esta inversión ya que la baraja estaba marcada y por supuesto no iba a ser un pequeño inversor el que tuviese la información privilegiada y por lo tanto los ases en la manga.
Después de tanto tiempo he logrado dormir tranquilo sin reprocharme nada, porque nada podía hacer ante la magnitud de la trama: iba a ser engañado sí o sí. La información que yo manejaba estaba trucada, mi broker nunca me habló de quiebra (al contrario), mis ministros (tranquilidad absoluta), mis reguladores menos todavía, mis directivos de mi banco tampoco. Y si hablo de «mis» es porque con mi dinero se pagan en parte.
Por eso si a día de hoy, todavía alguien se siente frustrado, responsable e «idiota» por su torpeza, quiero trasmitirle que no es un idiota y que el resto de afectados no lo somos. Nos han ENGAÑADO Y ROBADO al igual que podríamos hacer cualquiera de nosotros con nuestros hijos pequeños de cuatro años que confían en nosotros como nosotros en nuestras instituciones.
Muchas gracias Diario16 por mantener viva la llama de la esperanza en estos 305000 «tontos», ya que ningún partido político se está preocupando por velar por los intereses de 305000 familias españolas afectadas».
Con motivo del Aniversario publicamos otro que volvemos a reproducir porque demuestra con toda la crudeza la realidad que están viviendo las víctimas de Saracho:
«A las 8:00 de la mañana encendí la radio. Por la noche, sobre las 00:30 me acosté viendo el Canal 24Horas de TVE, donde comunicaron que banco Santander ampliaba capital en 5.000 millones para comprar Banco Popular. A esa hora ya estaba todo hecho y decidido, ya habían filtrado la noticia al canal 24horas.
Eso iba en línea con lo que se barajaba desde hacía tiempo: BBVA ofreció 5.500 millones en noviembre de 2.016, el propio Santander en mayo publicaba en medios, a través de la periodista Ana Antón, que valoraba la acción de banco popular en 1,17 euros. Criteria Caixa había mostrado interés y reservado 4.000 millones. Los ministros salían en la TV diciendo que no pasaba nada, que tranquilidad absoluta, que Popular «será lo que sus accionistas quieran que sea».
Los movimientos en la bolsa en los días anteriores habían sido enormes, un volumen muy por encima de lo normal. Popular estaba retasando inmuebles, según se decía el mercado inmobiliario y empezaba a recuperarse. Tenía 5.000 millones en créditos fiscales. Saracho hablaba de posibles ventas de WiZink (1.000 millones), de TotalBank (600 millones). Antonio del Valle había ofrecido respaldar ampliación de capital con más de 2.000 millones (aún no se sabía en aquella fecha lo de Deutsche Bank y Barclays garantizando ampliación). Popular era líder indiscutible en Pymes, tenía el 15% del mercado interno, las oficinas en propiedad desde hacía muchos años, estaban a punto de mudarse a un gran edificio nuevo desde el edificio Beatriz, había entrado en el accionariado Luksic, Pimco, la mayor gestora de fondos de renta fija del mundo tenía una gran participación, en el accionariado estaba Allianz, Credit Mutuel, etc.
En mayo Popular había publicado en la CMNV varios Hechos Relevantes asegurando la solvencia, el patrimonio neto de 10.700 millones, negando tajantemente cualquier riesgo de quiebra, anunciando acciones legales contra medios de comunicación que estaban llevando a cabo una campaña salvaje día sí y día también.
Los 5.000 millones anunciados por Santander en el Canal 24horas a las 00:30 horas antes de, según dicen ellos ahora, haber tomado la decisión, me parecieron algo medio normal con los movimientos que se estaban dando. Así nos acostamos, yo y seguramente muchas personas que vieron lo mismo.
Recuerdo el tono, que a mí me pareció sorna y humor, de Alsina en la radio: Santander ha comprado el Banco Popular por un euro, pero por un euro todo el banco. Algarabía, qué buena operación, todos sabíamos que Banco Popular estaba quebrado (como si no hubiera pasado nunca test de estrés de BCE, como si el día anterior no cotizara en el Ibex 35, como si la CMNV no supiera nada, y sin hacer lo que luego haría con Liberbank, le hubiera pillado esto de sorpresa). Salían los mismos ministros de antes, pero esta vez a decir que Banco Popular era un banco zombi (mayorcitos ya para creer en los Zombis – o estaba muerto y con cuentas falsas o alguien lo mató – o muerto de antes o asesinato, los Zombis no existen). Se sucedían entrevistas a economistas que decían en los medios que ellos ya sabían que Popular estaba quebrado, que era normal lo que estábamos viendo. Salía Ana Patricia Botín a dar rueda de prensa. Estaba sumamente feliz, no podía ocultar la dicha. Para haber tenido que hacerse cargo de un banco quebrado, llamaba la atención tanta felicidad, como si se hubiera salvado de algo grave o hubiera sido agraciada con una lotería que a ella por lo que tiene no debería ya de hacerle ninguna ilusión. Era todo muy curioso, todo el mundo sabía que Popular estaba quebrado, los ministros que antes decían que era solvente, la directora de un banco que valoraba la acción en mayo a 1,17 euros, la CMNV, el BdE, el BCE, ahora sí, ahora ya sabían que estaba quebrado. Sin embargo, hacía escasos 15 días no tenían esa idea. Entrevista a Saracho, que aseguraba patrimonio positivo y hablaba de ventas de Wizink, Totalbank, etc. y ese día dijo que «esto que ha pasado es lo mejor», es estupendo.
Hay otras opiniones en algunos medios, algunos otros economistas dicen que lo que ha pasado es muy raro, que es un desastre, que hay cosas extrañas. Sale el señor Félix Revuelta en La Sexta, es un accionista (exaccionista tras la incautación) de Banco Popular, dice que esto no es normal. Es un señor que transmite tranquilidad y cierta sabiduría en sus palabras, parece que de esto de inversiones sabe algo, lo mismo que Pimco, Del Valle, Luksic, etc., pienso que algo han de saber, que, efectivamente, como manifiesta el señor Félix Revuelta, esto no ha sido normal.
Mientras una gran parte de medios aplauden la magnífica operación de la salvadora Ana Botín, una gran parte de la población sufre, algunos, a media mañana, aún ni saben que ha pasado. Los medios bombardearán con los beneficios de la operación y lo normal que ha sido y terminarán enterándose a lo largo del día.
Ese día algo quebró, efectivamente, no solo el Banco Popular. A día de hoy, 365 días después, Santander, Europa y el Gobierno de España luchan como gato panza arriba para negar la transparencia y la dignidad a más de 300.000 familias que ese día quebraron junto con Banco Popular, quebraron y no solo económicamente, quebraron en cosas mucho más importantes, quebró su confianza en las autoridades, en la Justicia, en algunos medios de comunicación, en Europa y, lo más importante, quebró la confianza en ellos mismos, porque aún no saben que pasó y como se les mantiene en la oscuridad absoluta, no saben el motivo de haber sido expropiados, no saben si de verdad lo hicieron tan mal y todo el mundo sabía que Popular estaba quebrado y que sus cuentas y Hechos Relevantes eran falsos y ellos eran los únicos que lo desconocían, o es que les han robado desde las instituciones que creían que estaban para protegerlos y darles seguridad y justicia.
Gracias Diario16. Sin vuestra luz y labor, la oscuridad en la que muchos estamos sumidos desde hace un año, sería insoportable».
Estos son sólo dos ejemplos, pero en este año hemos conocido historias muy dolorosas de lo que ha supuesto la intervención del Banco Popular y su venta al Santander por un euro. Son muchos los que se han querido suicidar, los que perdieron la ilusión de iniciar un proyecto de vida, a los que se les hurtó la posibilidad de dar un futuro a sus seres queridos. Las víctimas de Saracho no son grandes especuladores como lo pueden ser los principales accionistas del Santander, sino que son trabajadores, autónomos, pensionistas y pequeños ahorradores. Todo el sufrimiento que están pasando es gracias a la gestión de quien, además de hacer lo que hizo, se llevó casi 100 millones de euros por apenas 5 meses de trabajo. Hoy será la primera vez que sus víctimas le escuchen. Esperemos que él también las escuche a ellas.