Según el conocido cacique roquetero Juan Pablo Yakubiuk no puede criticar la urbanización de Las Salinas, el entorno natural que quieren llenar de ladrillo, porque no ha conocido el lugar cuando los romanos casi. Vamos que sólo él puede hacer lo que quiera con Las Salinas porque las conoce de hace años. Le ha faltado decir que ya estaba con los romanos allí. Lo peor no es esto, sino la utilización continua de descalificativos para dirigirse al concejal de Izquierda Unida que se repiten pleno tras pleno por la sola razón de no llevarle la razón, preocuparse por la ciudad y hacer oposición. Vamos por tener valores democráticos.
Gabriel Amat ha perdido el rumbo con Roquetas de Mar a la que tiene hecha un asco. Con obras inacabadas (algo que con Amat nunca había pasado porque las terminaba antes de adjudicar si hacía falta), suciedad, focos de mosquitos, subvenciones extrañas, amiguismo con grandes empresas… Tampoco es que la Diputación de Almería, que él dirige, esté mucho mejor, pero dentro del propio PP andaluz se preocupan por lo que ocurre en Roquetas, tanto para que ya hayan saltado los rumores de que quieren que deje la Diputación para centrarse en la ciudad costera.
Yakubiuk, tras escuchar a Amat decir que es un firme “defensor de los valores naturales” de Las Salinas, no ha resistido la tentación de preguntarle que si era así entonces archivaría la urbanización de la zona (Z-SAL-01) pues esa urbanización impacta en la Ribera de la Algaida. Y claro, Amat que presuntamente tiene intereses económicos en la zona, y por los que puede acabar en la trena, o al menos en los juzgados, ha estallado. Porque está preocupado ya que la Justicia le está cercando cada vez más. Y ahora no hay un ministro Catalá que le saque las castañas del fuego.
Acostumbrado a hacer lo que le daba la real gana, como buen cacique andaluz, ahora ve que todo el imperio que tanto tiempo le ha llevado construir se le cae a pedazos. Y más con esos “rojos” de IU que le quieren hacer quitar a un Hotel el vallado que han hecho en suelo público para uso privado. O quieren que no pague Roquetas obras de la Diputación como sucede con el convenio de carreteras. O como la bajada de pantalones que ha tenido con Urbaser que no renovarán los contenedores de basura en seis años, quitarán papeleras y un camión de baldeo ya no será necesario. Eso por no recordar el horno de cemento armado que es algún espacio de ocio y deporte de la ciudad.
Y para rematarle, le hacen ver que está financiando encubiertamente a diversas cofradías o Hermandades mediante subvenciones, sin concurso público, para reparar ciertas tallas y abalorios religiosos diversos. Pero sólo con cuatro, el resto no ha tenido acceso a esos 100.000 euros que Amat entrega generosamente a las hermandades. Se supone que para ganar votos de cara a las próximas elecciones locales, porque esta vez no tiene ningún pelotazo, ni ninguna infraestructura que mostrar al pueblo. Se le han acabado los conejos en el sobrero al emérito alcalde de Roquetas. Encima que ha ganado el congreso del PP frente a Arenas y Moreno Bonilla, le hacen estas cosas para darle un disgusto. Claro que con el cambio de gobierno el disgusto vendrá vía judicial seguramente.