El Ayuntamiento de Totana ha manifestado su rechazo a las actividades de explotación y extracción de gas mediante la conocida técnica de la fractura hidráulica, conocida popularmente como “fracking”, e insta a la Comunidad Autónoma a la elaboración de una norma que, en el uso de sus competencias medioambientales, la prohíba mientras no se disponga de garantías suficientes sobre su seguridad y fiabilidad medioambiental.
Además, el Pleno totanero acordó exigir que se haga efectivo el acuerdo adoptado por la Asamblea Regional en 2015 mediante el cual se declaraba a la Región de Murcia “Zona Libre de Fracking´” y que se legislase en consecuencia.
El Consistorio totanero exige a las administraciones competentes que, antes de la concesión de cualquier permiso de investigación o prospección utilizando la técnica de fractura hidráulica, se informe convenientemente a la sociedad a todas las Administraciones Públicas y que se tenga en cuenta la postura de las comunidades autónomas y los ayuntamientos implicados.
El 25 de abril de 2013, el Ayuntamiento ya aprobó una iniciativa para que, tanto el municipio de Totana como la Región de Murcia, quedase libre del “fracking”, dado que esta técnica de extracción es un crimen contra la salud y el medio ambiente, ya que afectar a la contaminación de nuestras aguas y tendría verdaderos efectos sobre la población.
El “fracking´ es una técnica para la extracción no convencional de gas que consiste en realizar una serie de perforaciones verticales y horizontales en el subsuelo para provocar fracturas en los estratos rocosos que contienen el gas a una profundidad de entre 3.000 y 5.000 metros. Por lo tanto, las perforaciones pueden afectar a las capas más superficiales, donde se encuentran grandes bolsas de agua.
A través de estas perforaciones se inyecta a alta presión una mezcla de agua, arena y cientos de productos químicos que disgregan el subsuelo y permiten liberar el gas asociado en estas rocas porosas e impermeables. Esta técnica es, por tanto, muy invasiva y agresiva con el medio ambiente y conlleva una serie de impactos sanitarios y ambientales.
Con relación a sus efectos e impactos en el medio natural, las repercusiones posibles son la emisión de gases contaminantes, la contaminación de acuíferos subterráneos, el vertido incontrolado de aguas residuales, contaminación atmosférica, terremotos de pequeña y mediana intensidad, contaminación acústica e impactos paisajísticos.
El Ministerio de Energía volvió a abrir una puerta al “fracking” en la Región de Murcia el pasado año al autorizar, por segunda vez, el programa de prospecciones que pretende llevar a cabo la multinacional “Oil & Gas Capital” en Calasparra, Cieza y Jumilla.