A este ritmo el presidente de Castilla-La Mancha no va a tener que hacer ni campaña electoral, con sólo decir “miren a este tipo y lo que dice” ganará. Si a lo que vamos a contar se suma que suele acudir al parlamento regional a hacer aspavientos, dar gritos y decir que aquello está lleno de etarras, pues igual no le hace falta a Emiliano García-Page ni salir de Toledo. Porque el PP castellano-manchego es hijo de María Dolores Cospedal, lo más anti-público que ha existido en el partido conservador, más incluso que Aguirre. Ya lo demostraron durante los cuatro años de gobierno que recortaron lo público y masacraron a los funcionarios y trabajadores para acabar generando más deuda que la que encontraron.
Así, quien este fin de semana va a convertirse en presidente del PP de CLM y continuador de Cospedal, Francisco Núñez, se ha querido estrenar situando la diana de las privatizaciones en la Sanidad pública castellano-manchega. En declaraciones a la cadena SER el dirigente conservador ha manifestado que se muestra partidario de “una gestión privada de la sanidad”. O lo que es lo mismo, que la ciudadanía pague con sus impuestos a hospitales privados para atender a los pacientes. O lo que es lo mismo, cerrar los hospitales públicos o regalarlos a empresas privadas para saquear los bolsillos de la ciudadanía. Casi lo consiguieron durante la legislatura de Cospedal en el gobierno mediante la derivación de los pacientes a hospitales privados de Madrid y de otras zonas, o quitando las guardias o reduciendo las guardias a los servicios médicos. O despidiendo a numerosos profesionales de la medicina que estaban en interinaje dejando diezmadas unas plantillas que, a día de hoy, aún no han podido ser recompuestas.
Desde el PP de CLM han querido matizar las palabras de su próximo presidente afirmando que no, que desde su partido se va a defender siempre la “gestión directa de la Sanidad”. Que apoyan la sanidad pública, gratuita y universal. Bueno lo de universal con matices porque bien que han gritado en el Congreso de los diputados. Además,, como muestra de su deseo de gestión, han mentido al afirmar que la Sanidad castellano-manchega estaba casi en quiebra cuando llegaron ellos al gobierno con Cospedal. Mentira porque lo público en sí no quiebra porque es el Estado, cuestión distinta es que tuviese más deuda, o tuviese retrasos en el pago a proveedores. Algo que, por cierto, tampoco arregló el PP gobernando. Es más, al irse, como se hizo notar antes, habían dejado una Sanidad depauperada.
No ha habido un “lapsus” como afirman desde el PP, sino una verdadera muestra de intenciones sibilinas para acabar con lo público y proceder a un nuevo episodio de riqueza y acumulación por desposesión de los gobiernos de la derecha española. Así, Blanca Fernández del PSOE ha calificado las palabras como “un ataque de sinceridad” que deja vislumbrar que querían cambiar el modelo de gestión en Almansa y Villarrobledo cuando llegaron al gobierno. Al fin y al cabo, un modelo privado pero pagado por el bolsillo de todos los ciudadanos que precarice a los sanitarios, la atención a los pacientes y genere beneficios para los poderosos. Un modelo pensado para que los ricos sean un poco más ricos. En el momento en que se relajan sueltan las verdades y la verdad es que el PP quiere privatizar España, salvo la bandera que llevan en la pulsera.