Fracaso, uno más en una convocatoria pública de Ciudadanos. Si hace una semana fue en Sevilla, ayer fue en la propia cuna natal del partido naranja, Barcelona. Una convocatoria que parecía querer buscar más la violencia simbólica e institucional pero que ha acabado en una carencia de respaldo a Albert Rivera y su gente. Han acudido todos los cargos de Ciudadanos y unas cuatro personas despistadas. El enclave, la plaza de Sant Jaume, no es un lugar para que lleguen 10.000 personas, pero algo más de las 300-400 que han acudido sí. Un nuevo fracaso de la política del odio y la confrontación de Ciudadanos. Una formación que va languideciendo poco a poco pese a los esfuerzos del establishment en darles toda la cobertura mediática posible.
Nuevamente, como sucedió en Sevilla, los responsables de comunicación de Ciudadanos han evitado planos cenitales, planos generales y demás mecanismos para hacer ver que hay mucha gente. Al contrario, como pueden ver en la galería, se han decantado por planos cortos, desde abajo y sin dejar ver la plaza en su totalidad. Han querido esconder el fracaso, la carencia de apoyos reales en la ciudadanía, para poder vender su odio y discurso gastado. En los medios de la derecha, casi todos, han sacado el mensaje de Rivera y poco más. No han hablado de éxito de la convocatoria, ni han insistido. Los que pagan mandan y han cumplido sin más con ese mandato. Imágenes con muchas banderas de España (que es lo que han destacado los medios de derechas), pro que debían estar sujetas por una misma persona. Había más banderas que cabezas en las imágenes de esos medios, no en las que ofrecemos aquí.
¿Qué ha dicho Rivera? Lo de siempre. Lean cualquier artículo antiguo de los que hemos publicado en Diario 16 y les valdrá. Ha insistido en reducir la democracia representativa al querer imponer un 3% estatal para impedir que partidos regionales puedan tener voz en el Parlamento. “Si gobernamos cambiaremos el sistema electoral para establecer un mínimo de representación nacional del 3% de los votos, con Ciudadanos en el Gobierno nuestros derechos sociales no van a estar en manos de Torra, ERC, Bildu o el PNV” ha dicho haciendo populismo. Porque eso provocaría la independencia de País Vasco y Cataluña teniendo, además, razones legítimas y democráticas para que los Estados occidentales las apoyasen. De verdad que esta gente no piensa, no se entera de lo que pueden provocar con sus ocurrencias que son muy fascistas pero no sólo traerán violencia (ahora que se acabó con ETA no sería extraño que volviesen con la propuesta de Ciudadanos), sino la separación de España que dicen no querer.
Además, no sólo expulsaría a Bildu, PNV o ERC, sino a Unión del Pueblo Navarro, Foro Asturias, En Marea, En Comú Podem, Compromís, o Coalición Canaria, que son partidos regionalistas pero no independentistas en sí. La propuesta de Rivera, que por eso la gente deja de acudir a sus actos, es antidemocrática y contraria lo que es la cultura y constitución de España. Un país diverso porque se creó desde la unión de diversas regiones con sus vicisitudes. Nunca ha existido esa España homogénea y monocorde. Pero claro, Rivera al igual que Franco sólo entiende la diversidad folclórica. Por eso no comprende Cataluña, ni el resto de España. Por eso recurre al populismo, al cuñadismo ideológico. Pero como venimos contando desde hace tiempo ese componente ideológico cuñadista tiene un límite temporal.
Ahora Rivera y sus corifeos, como Juan Carlos Girauta e Inés Arrimadas, no pueden ir a la derecha porque está Casado, ni a la ultraderecha porque está Vox (llenando Vistalegre), ni la izquierda moderada porque está Pedro Sánchez gobernando y es poco creíble. Fracaso tras fracaso, Rivera está cavando su tumba política porque ni los suyos acuden a verle. Mientras utilizó a Tabarnia (que como están en lo cómico pasan de Rivera), a Sociedad Civil Catalana y al PSC le fue bien, ahora que todas esas organizaciones huyen de Ciudadanos como la peste, se dan de bruces con la realidad del fracaso. Les van salvando las encuestas fabricadas del establishment, aunque ya les marcan el camino de salida.